Arrecifes de Isla Lobos Tuxpan, bajo monitoreo biológico

Tal como ocurre en humanos, animales y plantas, los arrecifes sufren de estrés, lo que afecta funciones como la reproducción, indicó Blanca Mónica Zapata Nájera, directora del Área Natural Protegida del Sistema Arrecifal Lobos-Tuxpan, en cuya fauna dominante figuran los corales pétreos, que destacan con colonias de varios cientos de años de crecimiento.

Entre las fuentes de estrés se enlistan el aumento de temperatura, contaminación, cambios en la salinidad y factores antropogénicos, por lo que se diseñó un programa de monitoreo del sistema arrecifal.

Para ello se toma en cuenta el porcentaje de tejido vivo, es decir, colonias sin signos de enfermedad, incluido el fenómeno de blanqueamiento, lo que es monitoreado con el “Proyecto Sierra y Mar: conectando y fortaleciendo áreas protegidas y sus corredores biológicos”.



El Área de Protección de Flora y Fauna Sistema Arrecifal Lobos-Tuxpan (APFF SALT), formada por siete arrecifes coralinos, es objeto de monitoreo biológico, con un programa diseñado con asesoría del Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano, abundó la fuente.

“El estrés es por no hacer buena prácticas turísticas y pesqueras”, refirió Zapata, tras mencionar que otro factor amenazante es el cambio climático, aunado a la contaminación por la gran cantidad de plástico que llega a la isla, arrastrados por corrientes marinas. “También hay que promover el no uso de bloqueadores”, apuntó tras indicar que el monitoreo se realiza dos veces cada año,

Para esta actividad se estableció un muestreo lineal fijo de 80 metros por sitio, con la finalidad de registrar e identificar las colonias de coral y, simultáneamente, estimar las dimensiones de las colonias, midiendo el diámetro mayor y su altura.



Como punto de partida, se determinó que el APFF SALT cuenta con un total de 66% de tejido vivo, en el que se observan 17 especies de corales con diámetros de hasta 520 centímetros.