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Sección: Estado de Veracruz

Aves ofrecen grandes servicios ambientales a los seres humanos: investigador

- Rafael Calderón recalcó importancia de estos animales y el riesgo que corren con cambios a su hábitat

- En ponencia mencionó auge del “aviturismo”, que permite conservación de especies y generación de ingresos

Miguel Valera Xalapa, Ver. 24/05/2020

alcalorpolitico.com


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Desde servicios de provisión —como alimento— hasta para la creación de arte, pasando por la regulación de otras especies y la reforestación, porque dispersan semillas en los campos y bosques, las aves ofrecen grandes servicios ambientales, así lo considera Rafael Calderón Parra, Investigador independiente y biólogo egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana.

Durante la ponencia “Ciencia entre todos y para todos: experiencia con aves”, promovida por la Comisión Estatal de Biodiversidad, Morelos, Calderón Parra aseguró que además que las aves han sido utilizadas como símbolo patrio, en piezas artísticas, artesanía y hasta en canciones enraizadas en nuestra cultura, como Las Golondrinas, que se tocan y cantan cuando se despide a alguna persona o grupo.

El servicio de regulación es muy importante, porque “las rapaces comen ciertos mamíferos que pueden hacer daño. Los zopilotes y otros carroñeros nos ayudan a limpiar los ecosistemas y que desaparezcan ciertos focos de infección”, expresa.



Además, comentó que ofrecen un servicio muy importante de polinización, como las abejas y otros insectos. “Con ello nos ofrecen indirectamente oxígeno, porque al comer los frutos de los árboles son dispersores de semilla. Al hacer eso están ayudando a generar bosques y nos van a proveer el oxígeno. También hacen la vida más bonita con sus colores y sus cantos”, destacó.

Rafael Calderón Parra, quien colaboró en NABCI-CONABIO como coordinador de la Red de Monitoreo Comunitario de Aves y el Programa de Aves Urbanas y ha trabajado en múltiples proyectos de ciencia ciudadana para la conservación de aves silvestres y su aprovechamiento sustentable mediante el aviturismo con enfoque comunitario, destacó que “en la ciencia, las aves nos ayudan a deducir cosas, porque las aves reaccionan a lo que hacemos los seres humanos. Son indicadores de los ecosistemas”.

“Reaccionan a los cambios de su hábitat y esto nos va indicando ciertas cosas. Hay aves que son muy susceptibles. Si vamos desapareciendo su hábitat van reduciendo sus poblaciones. Al reducir sus poblaciones están indicando que estamos haciendo cosas que afectan el entorno”.



Añadió, también a modo de ejemplo, que la presencia o ausencia de ciertas aves que se alimentan de insectos en los cultivos, también es muestra de que algo pasa, nos podrían estar diciendo que se están utilizando demasiados pesticidas y eso es dañino para todos.

“Aquí en los humedales de la Ciudad de México, cuando se ven muertes de muchos patos, nos indica que algo está pasando con la calidad de agua en esos sitios”.



En el marco del Día Internacional de la Diversidad Biológica, que se celebró el 22 de mayo, Rafael Calderón Parra se refirió a la importancia de la participación comunitaria en el cuidado de las aves, “porque la gente es la que genera los cambios que pueden ser para bien o para mal”.

Aviturismo, conservación e ingresos

Así, se refirió al trabajo de Monitoreo comunitario de aves y aviturismo en la RB Volcán Tacaná, Chiapas, en los límites con Guatemala, en donde el aviturismo se ha convertido en una forma de llevar turismo por medio de la observación de aves.



“Así como muchos hacen senderismo, el aviturismo va de la mano, porque van a observar aves. Es una oportunidad que tienen muchas comunidades para tener ingresos extras y eso ayuda a la conservación. Las aves, recursos naturales con los que cuentan. En este sentido fue un proyecto muy grande que se hizo en dos periodos. Principalmente fue en la reserva de la biósfera y ahí descubrimos qué aves existían y cómo estaban distribuidas y también cuáles eran los senderos más adecuados para los visitantes”.

En esta experiencia, añadió, de ciencia participativa, la gente no especializada puede colaborar en ciertas partes, pero también pueden colaborar en todas ellas.

“En estos casos, en estos ejemplos participaron en casi todas las etapas. Fueron cinco comunidades. Se contaron las aves, se revisó cuáles estaban dentro de la Norma Oficial Mexicana en algún grado de extinción a nivel México, cuáles eran endémicas (es decir, aves que solamente habitan en un área en particular) y así ellos ya están aplicando el conocimiento. Pudieron elegir los mejores senderos para que la gente pueda caminar”.



La segunda experiencia, añadió, fue en Morelos, en el Parque Nacional El Tepozteco, con el proyecto de “Conservación del gorión serrano y su hábitat”.

Las preguntas que se plantearon fueron “Dónde están, cuántos quedan y cómo conservarlos”. “Es una especie endémica de México ubicada en localides de Durango y en el centro de México, en el sur de la Ciudad de México, en pastizales de montaña y en el norte de Morelos, y una localidad en el Parque Nacional Lagunas de Zempoala”.

“Es una especie totalmente dependiente del zacatonal de montaña y está en grave peligro de extinción. Tiene la categoría más alta de la NOM”, comentó, cuando descubrieron que existen aproximadamente 4 mil 345 individuos en el centro de México”.



“Con todo este conocimiento que se pudo generar, se recomendó qué áreas son aptas para ciertas acciones como el monitoreo, la investigación, como prácticas productivas que permitan convivir las actividades productivas con las conservación y la necesidad de restaurar. Nos permitieron hacer ciencia y generar conocimiento. La gente de ahí participó. La de ahí es la que puede generar los cambios”.

Todos conectados

El biólogo egresado de la UAM enfatizó que “todos estamos conectados. Los ecosistemas, las aves y nosotros. Las aves nos ayudan a conectarnos con ese mundo interno y entre nosotros mismos”.



Se refirió a la importancia de la participación de las comunidades para generar ciencia “y no solo generar el conocimiento sino hacerlo accesible a todo el público. Que no solo deriven en artículos científicos, sino que la gente no especializada pueda entender”.

“La tierra será como sean los hombre”, dijo, citando un proverbio náhuatl. “De nosotros depende nuestro destino como especie”, concluyó.