Basura, fritangas y carros estacionados, asfixian el entorno del hospital de Cancerología

Decenas de autos estacionados en lugares prohibidos, puestos de alimentos que obstruyen banquetas y calles, taxistas haciendo sitio, paso continuo de autobuses y bolsas de basura por doquier, es el panorama que a diario se ve en las calles aledañas al Centro Estatal de Cancerología (CECAN).

Ubicado en la calle Aguascalientes No. 100 de la colonia Progreso en la capital del estado de Veracruz, el CECAN recibe al año cerca de 40 mil personas que acuden a consulta con médicos especialistas en oncología.

Su cercanía con el edificio sede de la dirigencia de la sección 32 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), al que están afiliados un elevado número de maestros de la entidad veracruzana, hace que el lugar sea un constante ir y venir de personas que transitan a diario por la zona.

Lo que da pie a que a pesar de estar marcadas como zonas prohibidas para estacionarse, los automovilistas hagan de las calles un estacionamiento público, lo que dificulta la circulación.

El CECAN atiende en el área de hospital, cerca de 500 pacientes, los que aunado a su malestar físico tienen que soportar los cláxones de todos los automovilistas que anuncian sus deseos de avanzar por tan complicadas calles.

El que los automovilistas dejen estacionados sus carros en la calle Aguascalientes, de lado y lado, hace imposible que dicha vía sea de dos carriles, lo que hace que muchos de los choferes del servicio urbano tengan que hacer paradas para bajar o subir pasaje sin orillarse, dado que las zonas previstas para ello, se encuentran bloqueadas por los carros estacionados, obstruyendo aún más la circulación.

A esta problemática se le debe de sumar el paso del camión de la basura al medio día, justo cuando hay mayor circulación de vehículos en la zona.

Aprovechando el número de personas que transitan por la zona, una decena de puestos de comida se asentaron en las calles y banquetas, también las calles son utilizadas como escaparate de aquellos que venden ropa usada y que se la ofrecen a los familiares de los pacientes del CECAN que llevan días internados.

Tanques de gas y parrillas instaladas en las banquetas, cubiertas con lonas sostenidas de árboles con amarres que estorban el paso , así como mesas improvisadas con tablas y bancos, son algunas de las cosas que los transeúntes tienen que librar. La mayoría de ellos prefiere bajar de la banqueta y caminar por el arroyo vehicular poniendo en riesgo su vida.

El caos vial en la zona no es cuestión de horarios, es un problema visible a cualquier hora. Desde muy temprano entre los pacientes citados del CECAN, los trabajadores de la Secretaría de Salud que dejan a sus hijos en la guardería, que se ubica a media cuadra del CECAN, las personas que acuden al Cerro de Macuiltépetl a ejercitarse y los profesores que acuden a realizar trámites a la sección 32 del SNTE, la zona se vuelve imposible de transitar.

A esto se le suman las personas que acuden diariamente a trabajar al hospital de salud mental que también se ubica en la calle Aguascalientes.

En tan sólo una cuadra son dos hospitales, una guardería y la salida de los profesores que asisten al sindicato, cientos de automóviles que circulan, paradas bloqueadas, banquetas llenas de puestos y basura y por si fuera poco, la nula presencia de agentes de Tránsito que hagan respetar a los automovilistas las señales, para lograr que la zona no sea un foco rojo en lo que a vialidad se refiere.