Brasil debe su crecimiento económico a su apertura, misma que falta en México

“Brasil es similar a México, con todo y sus problemas. La diferencia es que son mestizos de indios y nosotros somos mestizos de negros. Prejuicio social hay allá, los negros luchan mucho contra eso. El prejuicio es social no de color”, señaló el doctor Almir Chaibar Al–Kareh.

Entrevistado durante las Jornadas de Gastronomía y Sociedad que se realizan en la Universidad Veracruzana, explicó que el desarrollo económico de Brasil se debe a que durante el periodo de la monarquía se vivió una estabilidad política, mientras que en hispanoamérica estaban en guerra.

“Mientras estábamos en pleno desarrollo, ustedes estaban parados en el tiempo, perdiendo en guerras la riqueza que habían acumulado. El retraso de Hispanoamérica es un avance de Brasil en el mismo periodo”.

Chaibar, quien ha sido profesor de Historia en París y en Río de Janeiro, afirmó que los brasileños son muy abiertos para Hispanoamérica, lo cual también es un factor determinante para su desarrollo a nivel mundial, a diferencia de los países donde sólo hablan español.

“América no es sólo español, no hay sólo que aprender inglés, los brasileños no sólo aprenden inglés, sino también otros idiomas como el español, que es muy enseñado en Brasil”.

Mencionó que en Brasil hay un juzgado de “Pequeñas causas”, donde ahí se resuelven situaciones entre ciudadanos y empresas sin ninguna burocracia, a diferencia de otros países como México, donde son muchos trámites y realmente no se llega a nada.

Expresó que la situación ha cambiado ya que en Brasil algunos profesionales como los profesores son mejor pagados que en países como Argentina. Incluso la edad para ser aspirantes a becarios es mayor que en otros países.

Puntualizó que el gobierno de Lula Da Silva fue una máscara que disfrazó el capitalismo con un discurso socialista, haciendo ver a los pobres como clase media e incluso dándoles créditos por los que ahora la gran mayoría de la gente está endeudada.

“Un empleado del comercio en Brasil es un pobre, no tiene casa propia, no tiene auto, no pasa vacaciones en ninguna parte, no frecuenta restaurantes; el miserable que se volvió pobre, le dicen clase media. Empieza a usar la tarjeta de crédito que nunca tuvo y ahora están todos endeudados”.

Concluyó diciendo que en Brasil se vive la misma violencia e inseguridad que en México, incluso en las calles, “aunque parece que es mayor que allá, pero en Río, Sao Paolo, hay mucha violencia; por eso digo que son muy parecidos”.