El Citlaltépetl “es un volcán dormido y hasta hoy no se tienen indicios de alguna reactivación”, dijo el Investigador comisionado del Instituto de Geología de la UNAM, Sergio Rodríguez Elizarrarás, quien señaló que el cambio climático global y el calentamiento, han incidido en la disminución de las zonas nevadas del Pico de Orizaba y de todos los volcanes del país.
El coordinador de Vulcanología y Geología del centro de Ciencias de la Tierra de la Universidad Veracruzana, refirió que a pesar que el Pico de Orizaba es considerado un volcán activo por sus registros históricos, en donde su última erupción fue hace aproximadamente 100 años, hoy “está en estado latente, no hay indicios que indiquen alguna alarma para la población”.
Así, entrevistado en su oficina, el investigador desmintió las versiones que hizo un grupo de ecologistas en la zona de Orizaba en donde señalaban tres fisuras en el volcán más alto de México y alertaban que traerían avalanchas de nieve durante el presente periodo de lluvias, “el Pico de Orizaba como todos los volcanes tienen zonas de fisuras y esto no quiere decir que se van a producir grandes catástrofes, tampoco hay indicios en este sentido, todos los volcanes muestran ciertas estructuras asociadas con su propio edificio”.
De las fisuras comentó que todos los volcanes están construidos por sí mismos de lava, capas de material como cenizas, arenas y grava y en ciertos momentos estos pueden tener fisuras, pero no quiere decir que haya alarma o que se va a traducir en grandes peligros, “en el monitoreo que hacemos diariamente no hay ningún indicio”.
Por el contrario, sostuvo que la nieve en la cima del Pico de Orizaba es muy poca, “las zonas nevadas de los volcanes han tendido a disminuir, a veces es estacional pero asociado con el cambio climático global y el calentamiento, han incidido que las zonas nevadas de los volcanes de todo México se hayan reducido”.
Sin embargo, aclaró, esto no afecta en nada al volcán, sino a los ríos y arroyos, “vamos a tener menos agua, porque los volcanes entre otras cosas, son grandes fábricas de agua para el consumo humano, para las partes bajas, entonces este deshiele o derretimiento de las nieves, lento y permanente que existe en las zonas altas en realidad son fuentes de aporte de agua y lo que está pasando es que estamos cerrando las llaves de agua, es una consecuencia del cambio climático”.
Para el monitoreo del Pico hay tres estaciones de monitoreo sísmico, en donde laboran 13 personas para dar mantenimiento a las estaciones, coordinadas con el Centro Nacional de Prevención de Desastres que está en México, “todos los días se presentan reportes a Protección Civil del estado, desde hace 5 años que se instálalo la primera red, en donde no ha habido ningún indicio que esté cambiando la situación del volcán”.