El inicio del periodo vacacional ha provocado severas complicaciones en la movilidad de Álamo, específicamente para pasar el puente José López Portillo, que cruza sobre el río Pantepec.
Los automovilistas enfrentan filas de gran longitud en ambos extremos de la estructura, debido a la combinación de una mayor afluencia de turistas y el daño estructural que aún afecta a un sector de dicha vía de comunicación.
Debido a que un tramo del puente continúa colapsado, los conductores se ven obligados a utilizar un acceso alterno para subir y bajar de la estructura. Esta ruta alterna conecta con la prolongación de la avenida Independencia a través de los terrenos de la feria, obligando al tráfico de carga ligera y particular a atravesar el centro de la ciudad en sentido sur para retomar la carretera federal.
El punto crítico de este congestionamiento se localiza en la zona conocida como El Bordo, en la colonia Adolfo López Mateos, donde se genera un cuello de botella que vincula el puente con las avenidas Independencia y Garizurieta.
Este desvío es necesario tanto para quienes viajan con destino a Tihuatlán como para aquellos que se dirigen hacia Potrero del Llano.
La situación ha derivado en un intenso caos vial que afecta no solo a los viajeros de paso, sino también a la circulación local.
Las autoridades recomiendan a los conductores extremar precauciones y anticipar sus tiempos de traslado, ya que el trayecto por el núcleo urbano se mantiene saturado durante la mayor parte del día.
Ante ello, residentes de este municipio y usuarios exigen que se apresure la reparación de daños en el tramo colapsado del puente desde e1 10 de octubre por la crecida del río Pantepec, aunque fuentes de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas han informado que la reconstrucción podría demorar hasta un año.