De manera mensual, el Centro de Rehabilitación Integral de Orizaba (CRIO), tiene que erogar 300 mil pesos por diversos gastos; hasta ahora pocos son los que apoyan a este centro.
Se sostienen de los famosos padrinos que son personas de que manera anónima aportan recursos, de la donación que dan algunos ayuntamientos, los menos, y de las cuotas de recuperación que van de 10 a 100 pesos como máximo.
En este sentido, el director del centro, José Luis Espíndola, explicó que los gastos más fuertes que tiene el centro es la compra de gas, ya que pagan 6 mil pesos cada diez días, pues la tina de hidromasaje tiene que calentarse desde la madrugada y está prendida hasta la tarde, que es cuando se atiende al último paciente.
De energía eléctrica pagan alrededor de 6 mil pesos mensuales, otro gasto considerable es el mantenimiento que le tienen que dar a los aparatos de las diversas terapias, ya que de manera continua requieren de nuevas piezas porque estas se gastan con facilidad.
Además la nómina, que aunque no son altos los sueldos, sí se traduce en una erogación. Aquí pagan a 23 empleados, cuyo sueldo oscila entre los 2 mil y 2 mil 800 pesos; que suman alrededor de 115 mil pesos al mes.
A esto se le suman los gastos de teléfono, administrativos “hay meses en que salimos a la par, pero aquí se requiere mucha gestión para poder lograr mayores recursos”.
Este sentido, dijo que se apoyan para dar la atención a la gente con los jóvenes de servicio social, quienes acuden diariamente a brindar cuatro horas de su tiempo a esta noble causa; en promedio son 30 estudiantes.