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Sección: Estado de Veracruz

Libertas

Celerino Cano, la Nueva Educación

José Manuel Velasco Toro 03/02/2022

alcalorpolitico.com

Hace un tiempo, mi estimado amigo Amando Octavio Domínguez me obsequió un libro escrito por un educador mexicano: Celerino Cano. Entre 1911, año en el que inició su vida profesional como profesor rural y hasta su muerte, en 1958, siendo presidente del Consejo Nacional Técnico de la Educación, Cano destacó por su visión educativa de vanguardia y labor constructiva al frente de diversos cargos de dirección y administración en el sector educativo.

En el libro La Octava Conferencia de la Nueva Educación, que publicó la editorial Rumbos en 1942, a través de sus páginas relata cómo en 1915 nació y se difundió el movimiento educativo que a nivel internacional se le conoció como Nueva Educación. Proclama que en Europa dio origen a la “Liga Internacional”, en América Latina a la “Confraternidad de la Nueva Educación” y en Estados Unidos a la Asociación de la Educación Progresiva.

Este movimiento, nos cuenta, buscó transformar la visión educativa heredada del siglo XIX para reformar la práctica escolar hacia una nueva filosofía de la vida. Con tal fin se organizaron diversos congresos y conferencias en las que se reflexionó y se propusieron principios de filosofía educativa para la educación en el siglo XX. En el Primer Congreso Internacional de Educación Nueva que se realizó en Calais, Francia, en 1921, entre otras de sus conclusiones, se asentó que “toda competencia debe ser desterrada de la Escuela y sustituida por un espíritu de cooperación que dirija al niño a ponerse al servicio de la comunidad”, principio que se reiteró en las Conferencias Internacionales celebradas en Montreux, Suiza y Heidelberg, Alemania.



Y en la IV Conferencia de Locarno, Suiza, se destacó que en educación la palabra libertad tenía que ser no sólo un concepto, sino un hecho para que el niño “empleara sus facultades creadoras no en destruir, sino en construir una civilización nueva”. En 1929 se celebró la V Conferencia en la ciudad de Elsinor, Dinamarca. Cano narra que en ella se subrayó el interés común de la educación porque se afirmó, “por mucho que deba ser destacada la individualidad, no es la educación para la individualidad lo que realmente importa en último análisis, sino la educación para una vida más amplia, en la cual el individuo pueda realizarse satisfactoriamente, con participación de los intereses de la comunidad”.

Y en Niza, Italia, en el VI Congreso de la Liga de la Nueva Educación de 1932, se insistió que la escuela podía contribuir a la “regeneración social”. Con tal fin se plantearon dos acciones que los Estados nacionales debían impulsar de forma urgente: elaborar un nuevo contenido de la educación que tome en cuenta los problemas individuales y sociales, y orientar el problema hacia una filosofía de la vida creadora y en libertad. Principios que fueron analizados y reflexionados en “Asambleas” regionales que se celebraron en diversos lugares de Europa, Reino Unido, Estados Unidos, América Latina, Japón y Australia, eventos convocados y organizados por la “Liga Internacional”.

En 1932, la “Asamblea” tuvo como sede México. En síntesis, el fin del movimiento a favor de la Nueva Educación fue reeducar al educador para orientar la práctica escolar bajo siete principios de filosofía educativa, a saber: 1) El fin de la educación debe ser aumentar la “energía del niño”, esto es, potenciar su creatividad. 2) Se debe respetar la individualidad del niño, aspecto fundamental en el que insistió mucho, en su momento, Enrique C. Rébsamen y que hoy remite a la autonomía de la persona para aprender. 3) El programa escolar debe dar curso a los intereses innatos del niño, o lo que es lo mismo en la demanda actual, flexibilidad y cultivo de la curiosidad en intersección con lo emocional y la razón. 4) Cada edad tiene sus caracteres propios, por lo que se debe educar teniendo en cuenta cada uno de ellos y alentar la autodisciplina en colaboración con los maestros, a fin de lograr el autogobierno en la comunidad escolar. 5) Se debe desterrar de la escuela la actitud de competencia egoísta e individual para sustituir por la cooperación con sentido de servicio a la comunidad. 6) Educación e instrucción deben de ser relación equilibrada, educar para la vida e instruir para el conocimiento. 7) La nueva educación desarrollará no sólo al ciudadano futuro, sino fundamentalmente a la persona consciente de su propia dignidad como ser humano.



En la octava Conferencia de la Educación Nueva, que se llevó a cabo en Ann Arbor, Michigan, Estados Unidos de Norteamérica, en el año de 1941, a la cual asistió Celerino Cano al frente de una relevante comitiva mexicana, se arribó a importantes propuestas derivadas de la reflexión en torno a los siguientes tópicos: 1) Libertad al niño para el desarrollo natural. 2) El interés, móvil de todo trabajo. 3) El maestro no impondrá el trabajo, siendo apenas un guía. Las conclusiones, en sinopsis: 1) El método educativo debe estar basado en la experiencia personal del niño. 2) La experiencia educativa debe favorecer el desarrollo integral y armónico del niño. 3) La experiencia personal debe basarse en el descubrimiento, la investigación, la experiencia y la reflexión. 4) Se debe impulsar la expresión creadora, puesto que sólo así se puede desenvolver la personalidad diferenciada. 5) La experiencia educativa se debe integrar en torno a los intereses y propósitos del niño para que tenga oportunidad de tomar decisiones y asumir responsabilidades. 6) El límite de libertad y responsabilidad depende del proceso de crecimiento y madurez. 7) La experiencia educativa debe ser socializada para promover actitudes de respeto y reconocimiento mutuo, comprensión social y cooperación. 8) El método de la experiencia usará los recursos del ambiente para lograr participación en el mundo que rodea al niño. 9) Las relaciones humanas deben ser consideradas para que se comprenda la interdependencia social y se coopere en el mejoramiento de la vida común sin limitaciones diferenciales de la sociedad.

Un concepto es una representación mental de una relación, un hecho, un objeto, una situación, y si observamos reflexivamente algunos de los conceptos de la Nueva Educación, caeremos en cuenta que refieren a una relación educativa en la que, el día de hoy, se sigue insistiendo como garante de un mejor futuro. Ahora no se refiere a la individualidad, pero sí a la autonomía para aprender. No hablamos de experiencia individual, pero sí de aprendizaje implícito o tácito.

Tampoco nos referimos al concepto interés porque éste refiere al de curiosidad. Libertad y responsabilidad siguen siendo principios en los que, se insiste, deben privar en la práctica escolar. Ya no nos referimos a las relaciones humanas “sin limitaciones referenciales”, sino al respeto a los derechos humanos y la dignidad de las personas. Sí se continúa insistiendo, por fundamental, en el desarrollo integral y armónico de niñas y niños. Se habló de participación, hoy decimos colaboración participativa. Y algo precioso para un futuro mejor, el de alentar la experiencia personal en el descubrimiento, la investigación, la experiencia y la reflexión, en lo que se continúa instando, pero que en el caso mexicano se le ignora para imponer la instrucción sin reflexión, la ideología por sobre la ciencia humanística, el dogma por sobre la verdad. Hoy más que nunca necesitamos de una nueva filosofía educativa que de sentido a la vida y cultive habilidades que permitan el aprender en el aprender bajo situaciones multi experienciales, multi culturales, multi sociales y multi disciplinares. Que cultive la autonomía de la persona para aprender en la participación colaborativa. Que entrañe el sentido ético de responsabilidad en la libertad y el respeto en convivialidad social. Que abata la ignorancia en pos de una cultura científica, humanística y estética. Que tenga el futuro como fin mejor y no se ancle al pasado como objetivo retrógrado. Usted ¿qué opina?