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Sección: Estado de Veracruz

Libertas

Chantaje emocional

José Manuel Velasco Toro 14/03/2024

alcalorpolitico.com

En lo individual, familiar o en el conjunto de relaciones sociales y laborales, siempre podemos encontrar una persona que gusta manipular mediante el chantaje emocional. Esas personas poseen una habilidad para inducir a que otros actúen, reaccionen o realicen aquello que les interesa que se diga, se haga o se crea. Utilizan nuestra voluntad para centrar la atención en ellos, incluso dejando de lado nuestras necesidades. Su egocentrismo les impulsa a crear condiciones para que se centre la atención en su persona, en lo que dice, en sus necesidades y deseos, sin importarle las necesidades, aspiraciones y sentimientos de los demás.

Susan Forward en su libro Chantaje Emocional (1997), explica que el “chantajista emocional puede ser como una aplanadora cuando uno no cumple con sus pretensiones: se convierten en seres totalmente inescrupulosos en la obstinada persecución de sus propios objetivos”, y no tienen la habilidad de controlarse “frente a la frustración”, porque es una especie de “discapacitado emocional”. La manipulación de voluntades para conseguir la respuesta deseada es comportamiento permanente que maneja mediante diversos recursos que van desde el no “me quieres” hasta “estás conta mí”, “es tu culpa”, “es que quieres que yo esté mal”, en fin, frases mediante las cuales busca el efecto deseado: que se actúe y se diga lo que el chantajista emocional desea de los otros para obtener poder sobre la voluntad y consciencia.

Desde la mañana hasta el anochecer, declaran intimidatorias, credos sin importar falsear la realidad, inventar situaciones, recurrir a la acusación maniobrando supuestos argumentos o hechos para acomodarlos a su reducida visión. Su egocentrismo es de tal magnitud que, de llegar al poder público, buscan el aplauso permanente y creen medir mediante encuestas, no asumen la responsabilidad de su propia vida y tienen “un talento increíble para que uno se sienta responsable de cuanto les acontece a ellos”, declara Forward. Que si son mis enemigos, que si no me quieren, que si son conservadores, que no me comprenden y, claro, busca con ello inducir temor ante posibles consecuencias, obligación de atención para que se actúe como quieren y sentimiento de culpa que incomodan. Tres ingredientes sentimentales que aturden y generan una especie de “niebla en forma inconsciente” que obnubila nuestra reflexión.



Al ser experto en tergiversar la realidad con otros datos, los que nunca muestran, siempre etiquetan con adjetivos positivos para el que se somete y negativos para victimizar a quienes se resisten, señalan de leales a los que consideran buenos y malos y traidores a los que no se doblegan a sus deseos, no admiten equivocaciones por lo que buscan victimizar a otros por sus errores, todo ello en el afán de excesiva aprobación, pues son intolerantes ante la frustración e incapaces de manejar su miedo profundo, por eso desvaloriza y acusan de estar contra ellos o de lo que representan.

La autora aludida dice que el chantajista emocional “no tiene otra base que el miedo, la angustia y la inseguridad” y muchas veces “está más relacionado con el pasado que con el presente”, si no observe, compare, analice y reflexione.