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Sección: Estado de Veracruz

Chihuahua de 1986: el coraje cívico

Eduardo de la Torre Jaramillo 01/01/2021

alcalorpolitico.com

“Porque a final de cuentas el tránsito por la vida, en la política, tiene que estar marcado por ciertas adversidades, ciertos sacrificios, ciertas entregas. Nadie valora lo que tiene o nadie le da dimensión real a los triunfos si primero no ha hecho sacrificios, o no ha hecho sacrificio alguno por algo”.
Javier Corral

En estos días de reflexión y sobre todo para entender el momento político que se va a vivir el próximo año, hurgando en la red encontré un magnífico libro publicado por el PAN en 2016 sobre la elección de Chihuahua en 1986, cuya riqueza son las entrevistas de todos los personajes políticos de aquella época; también recordar el coraje cívico de los ciudadanos, de los líderes empresariales, de los representantes religiosos que enarbolaban la doctrina social de la Iglesia, en fin una confluencia social para implantar la democracia; además de la mística, el compromiso, los ideales, la generosidad, las ideas, el valor de la amistad; en fin, bien vale la pena recordar esa histórica elección local porque la encrucijada en la cual se encuentra actualmente la democracia mexicana necesariamente pasa por un proceso colectivo en donde los electores deberán transitar entre la memoria y el olvido.

Las entrevistas se hicieron a los siguientes personajes: Don Luis H. Álvarez, su esposa Blanca Magrassi Scagno de Álvarez (que por cierto su mamá de ascendencia italiana nació en Gutiérrez Zamora, Veracruz); Pancho Barrio; Javier Corral; Juan José Rodríguez Prats; Guillermo Lujan Peña; María Teresa Ortuño Gurza; Carmen Aguirre de Alzaga, Dizán Vázquez Loya; entre muchos otros de los actores políticos de aquella épica travesía democrática.



El libro arranca con una entrevista al icónico Don Luis H. Álvarez, quien narró su huelga de hambre de 42 días por el fraude de 1986 orquestado por el inefable Manuel Bartlett Díaz, allí cuenta una anécdota de aquellos momentos políticos con el ingeniero Heberto Castillo, Don Luis comentó que: Heberto vino al Parque Lerdo, me dijo, a ver si recuerdo, ‘Don Luis, todavía hay un muy largo camino a recorrer, ¿por qué no lo recorremos juntos? Nosotros que se dice que somos irreconciliables adversarios. Sería un mensaje’. Me convenció de levantar la huelga de hambre”. Por otra parte, narró que su segundo padre fue Don Manuel Gómez Morin, quien le enseñó a ser ciudadano al dejar de ser un simple habitante de este país.

Dentro de la misma entrevista, su esposa intervino, la doctora Blanca Magrassi Scagno, quien relató un pasaje misógino dentro de su campaña al Senado, ella recordó lo siguiente: Me acuerdo que una vez iba por la calle y un señor se empezó a reír de mí: ‘Ay ay ay, esa señora cree que va a ser senadora, no señora, olvídese, no va a ser senadora usted’. Muerto de la risa. Y yo sintiéndome como cucaracha. Ahora las mujeres son mucho más aventadas. Ahora ya hay muchas mujeres que son diputadas, que son senadoras. Ya hay otro ambiente, totalmente diferente. Como que la política se ha convertido en algo que les interesa a las mujeres, antes no les interesaba para nada”.

La entrevista a Pancho Barrio es reveladora, ya que contó que no era panista, sino un empresario que conformó un Frente Cívico de Participación Ciudadana, que en un principio buscó impulsar una candidatura independiente (con grupos parroquiales en un fin de semana reunieron 3,200 firmas, las cuales les dio fe el notario público Rafael Terrazas Cienfuegos), en el pequeño grupo de campaña, Jaime González Bernal, expresidente del Centro Empresarial, le dijo: Oye, los gringos siempre tienen un libro de cómo hacer lo que tú quieras, o sea How-to desde pegar un botón, hasta ganar una campaña política. Entonces me voy a ir a la biblioteca de El Paso a buscar un libro How to win an election y te apuesto a que voy a encontrar algo padre’. Y entonces se fue y encontró dos: uno que se llama How to become a Mayor y How to win a local election. Se puso y los leyó, eran libritos sencillos, no muy largos, con un montón de recetitas, de consejos, que me dio todos. En un par de días ya los había leído y ya había hecho un resumen excelente con algunas de las ideas que a él le parecieron más aplicables a nuestra realidad de ese momento en Juárez. Había cosas que a lo mejor eran muy gringas, o cosas que requerían de mucha lana. Pero él sacó así un (sic) lista de, no me acuerdo, setenta, ochenta ideas. Muchas de ellas las pusimos en práctica y resultó, además de todo, una campaña tremendamente innovadora. Tremendamente”.

Finalmente, Pancho Barrio terminó siendo candidato por el PAN y ganó con 81 mil votos frente a los 51 mil votos del candidato del PRI, quien ya había aceptado su derrota, faltaba que el PRI lo asumiera y sobre todo el Congreso Local que calificaba la elección, después de la derrota; los priistas dijeron que Barrio había regalado 100 dólares por cada voto y, que se los había dado la CIA; es decir, la CIA le dio 8 millones de dólares a Pancho Barrio para que ganará la alcaldía; vaya argumento pueril de los derrotados. Después, vino la elección federal de 1985, en donde el PAN ganó los 3 distritos electorales federales 2 a 1 en Ciudad Juárez y, para que ganará el PRI, por ejemplo el PAN triunfó con 70 mil votos y, el PRI obtuvo 30 mil, pues el sistema político decidió anular casi 99 mil votos, para que el PRI ganara esos tres distritos electorales federales, dejando al PAN con 245 votos y al PRI con 246 votos, fue así como se ganaban las elecciones en años, en donde el fraude electoral era la carta de naturalización de las elecciones federales y locales. Como Alcalde hizo tres huelgas de hambre, la mayor fue por 21 días (del 15 de diciembre al 6 de enero, allí pasó la navidad de 1985 y, el Año Nuevo de 1986); por cierto, en esa huelga de hambre redactó la estrategia de desobediencia civil de 1986, cuando fue candidato a gobernador y, el dinosaurio Manuel Bartlett Díaz hizo el “fraude patriótico”; por cierto, Pancho Barrio fue apoyado por la organización Martin Luther King para desarrollar la estrategia de desobediencia civil, que consistió en: hacer 8 volantes, el primero fue “¿qué es la desobediencia civil?”, el segundo fue “¿qué no es la desobediencia civil?”; posteriormente mandaron a imprimir 2000 sellos de goma y se distribuyeron 80 frases de lo que estaba pasando en Chihuahua, los billetes con las leyendas aparecieron en Jalisco, Nuevo León y medio país.



Otra de las magníficas entrevistas fue la de Guillermo Lujan Peña, expresidente de Canaco, Chihuahua, quien fue candidato a diputado federal en 1985 y ganó la elección, por supuesto no le reconocieron el triunfo, lo mismo que en 1986 cuando fue candidato a diputado local (estuvo como presidente del CDE del PAN en el año 2000), narró la historia cuando conoció a Don Luis H. Álvarez, quien lo invitó a ser el candidato a la alcaldía de Chihuahua, dando muestras de honrar y valorar la amistad al declinar la invitación; fue así cuando Don Luis tuvo que ser el candidato en 1983 y ganó la alcaldía de la capital, junto con otros 6 candidatos, entre ellos Pancho Barrio, cito a Lujan en aquel pasaje: ¿cómo de repente ser candidato a presidente municipal? Mi respuesta a Don Luis fue: ‘A lo mejor sí me quiero subir al tren pero no puedo ser el maquinista, déjeme subirme como el fogonero o no sé que, verdad pero no a dirigir el tren’, porque yo nunca había estado en esto. Siguieron pasando los días, las semanas y más y más gente se iba aglutinando alrededor de ese proyecto. Y la verdad es que llegó un punto en donde les dije que sí. Les dije que sí. Pero, a los poquitos días, el PRI destapa, como ellos lo hacen, a Luis Fuentes Molinar, que era muy mi amigo, a quien yo quería y apreciaba muchísimo. Y entonces dije, no, cómo me voy a enfrentar con un amigo así, no pues no. Y me eché para atrás”.

A todos los actores políticos locales de 1983 a 1986 en Chihuahua, les hicieron la misma pregunta: “¿qué le pasó a la ciudadanía?”, existe un sinfín de respuestas pero empezaré con la de Pancho Barrio: “La sociedad va entrando en una dinámica, en un ánimo comodino. Entonces ese espíritu de sacrificio, de lucha, de llegar a los heroísmos se va acabando, se va extinguiendo. Luego tienes, por otro lado, lo que pudiéramos referir al PAN. Vas accediendo al poder y el poder corrompe, inevitablemente el poder corrompe. Y el poder nos corrompió. Suena muy duro decirlo. Hay muchísima gente dentro del PAN que no le gusta que esto se diga pero eso es una terrible realidad: el poder nos corrompió. Y entonces dejas de ser la opción creíble, la opción llena de autoridad, llena de autoridad moral me refiero. Y te conviertes en uno más de un cochinero”.

Continuo con la reflexión de Guillermo Lujan Peña, con la misma pregunta: “Una, de alguna manera hemos ido perdiendo dentro del PAN la mística, los valores. A veces sacamos los valores para echar un buen discurso pero no los practicamos. No hay esa congruencia que debe de haber. Y la gente lo percibe, lo ve. Por eso inclusive, aunque yo no lo creo pero la gente dice ‘es que son igual los del PAN que los del PRI’. ¿Por qué? Porque también algunos gobernantes del PAN han hecho cosas indebidas, cosas incorrectas y por eso la gente al final del día dice ‘son los mismos’. Y eso, pues es muy grave, porque podemos caer en un tercero en discordia, que no quisiera ni pensarlo ni mencionarlo pero sería nefasto para el país… ¿Qué me faltaría por hacer? Yo creo que nada, me faltaría, a lo mejor, ver cómo entusiasmar a que la gente joven, preparada, entre a esto, porque si no pues vamos a estar en manos de artistas como Carmen Salinas, o el cantante del conjunto Primavera, o de futbolistas como Cuauhtémoc Blanco, parece un circo esto. No con ánimo de decir que son malas personas, pero para andar en la política pues hay que prepararse para la política… Hay que buscar a la gente capaz, no porque canta muy bonito, o hace reír mucho a la gente, o era buen futbolista. Hay que tener responsabilidad para participar en política”.



Finalmente, la democracia nos vino del norte del país, ese hecho es innegable; en el caso que estoy narrando es imposible resumir el libro de más de 300 páginas con 20 actores políticos, empresarios, académicos, religiosos; pero lo que sí se puede comentar es ese momentum en el cual una serie de actores sociales confluyeron con una sociedad que estaba ávida de un cambio político, desde la cotidianeidad, lo familiar, con su sentido de comunidad, si bien religiosa (“los deberes políticos del católico”, cuya influencia se debió al arzobispo Adalberto Almeida y Merino) pero al fin ese sentido de comunidad se desarrolló en pro de la democracia, quizá la cercanía con la democracia norteamericana, la juventud que capitaneó Javier Corral, quien a los 17 años trabajaba en el Canal 44 de Chihuahua y después se hizo panista, al igual que Pancho Barrio, Guillermo Luján y muchos más. Actualmente, gobierna Chihuahua Javier Corral Jurado, un actor que cerró su ciclo político local al ser gobernador, al volver a emocionar a esa sociedad del norte del país, pero a pesar de que esté gobernando, lo que hay en ese estado y en el país es un retiro de la sociedad de la política, al final se cumplió lo que escribió Jürgen Habermas en 1973, sobre el “privatismo político”, en donde la sociedad se refugió en su espacio privado, en el confort, en el nulo compromiso político, etcétera. Empero, se transitó hacia lo que planteó en 1992 Crawford Borugh Mcpherson: “el individualismo posesivo”, es decir, el individuo como ser propietario de su persona y propiedades ya no le debe nada a la sociedad y, por lógica, esto liquida a la propia democracia liberal y a la política. En este escenario nos encontramos desde hace casi 30 años.