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Columnas y artículos de opinión
Las hordas morenistas
Luciano Blanco González
6 de mayo de 2022
alcalorpolitico.com
La precipitación política por ganar espacios y armar los equipos como el consecuente andamiaje en el que se sustentará en la futura elección el designado o los designados en las diversas sucesiones que se darán en el 2024, exhibe al presidente como un novato o como alguien que se esmera en ser diferente al romper con su estilo los viejos ritos del tapadísimo, ello ha motivado una verdadera guerra que hace que el incienso que se les quema a los posibles candidatos tenga más olor a pólvora que al aroma ritual.
 
La desmedida ambición por ser el o los elegidos, ya sea a la Presidencia de la República, Gobernadores, Senadores, Diputados, o hasta de dirigentes partidistas nacionales o estatales, ha hecho que se olvide la camaradería de partido, el compañerismo, la amistad, la lealtad al líder máximo, la unidad partidista e ideológica corriendo todos los peones y alfiles a agruparse en el equipo del posible rey o reina y formar un equipo de batalla para enfrentarse y destruir a quien se atreva a disputarles la posibilidad de ser.
 
Los señalados pueden representar un conjunto de virtudes y ser receptores de todo el cariño y la confianza del supremo elector que prepara su salida y cuida también a alguien de confianza para que le cuide las espaldas, lo proteja del posible ataque de sus enemigos y mantenga cerrada la caja de pandora en cuyo interior se encuentran secretamente guardados todos los grandes pecados capitales de las desbordantes y perniciosas conductas humanas, aun cuando no se encuentre en los casos presentes la soberbia, ya que se predica la humildad, mucho menos la avaricia que en el caso de los gobernantes los inclina al enriquecimiento ilícito o a las operaciones con recursos de dudosa procedencia, pereza no se cree, pues ahora se hace con diligencia todo lo que se tiene que hacer, no como en el pasado. Envidia, jamás, eso es propio de los espíritus débiles, medrosos que desean tenerlo todo a costa de lo que sea, no es el caso y como sabemos la ira no existe.
 

Pero sí, uno de los requisitos que debe de reunir quien aspire a suceder al Tlatoani es el de la confianza absoluta y no proclive a la traición, además debe de poseer una memoria privilegiada para que nunca se le olvide quien lo puso y debe de estar probado de que siempre estará dispuesto a hacer lo que sea necesario con tal de proteger y engrandecer la imagen del mecenas, sabe el tlatoani que sus enemigos le inventarán delitos, lo calumniarán con atrocidades que nunca cometió, lo perseguirán, pagarán columnistas para que difundan falsedades sobre su persona, le enviarán gente a que le grite y que lo injurie públicamente, por eso su sucesor debe de ser alguien de confianza casi intima.
 
En el ritual antiguo, el nombre del sucesor no se pronunciaba y tanto electores, como analistas, al igual que las camarillas políticas, se entretenían tratando de adivinar en los gestos, en el saludo, en la palabra pública o discreta algún signo que les señalara cuál de todos los posibles era el bueno, mientras tanto, se guardaba un solemne respeto a todos y los posibles se dedicaban a trabajar y se dejaban querer, guardando discreción absoluta, pues un resbalón o una indiscreción podía ser motivo de amanecer renunciado del gabinete del que normalmente formaban parte.
 
Todos sabían que era el presidente quien designaba, él ponía el dedo, pero no destapaba, eso lo hacían los líderes de los sectores del partido, el presidente nunca se arrogó públicamente esa facultad, ni la reconoció, no se jactaba, no presumía, por el contrario, el gran elector, el súper poderoso, se replegaba discretamente alejándose de todos los reflectores, dejándole las cámaras, los micrófonos y todas las plumas al cachorro para que creciera sin obstáculos.
 

Ahora, en este gobierno que no es igual, el gran elector destapa a sus favoritos y afirma que él no va a decidir, que va a decidir el pueblo, los de antes decían que resolvía el partido, antes era el misterio, el bueno permanecía tapado y se dice que ni él mismo lo sabía, por lo que todos los que estaban en su condición, no se distraían, se dedicaban a trabajar, a cumplirle al presidente, solo trataban de reflejar carisma y capacidad en sus actos, es decir, no hacían campaña, no se autopromovian, hacerlo podía ser equivalente al descarte.
 
Ahora el líder natural del partido en el poder rompiendo la vieja tradición, ventila públicamente a los personajes que él cree que son merecedores y quiere que sean o podrían ser, lo que ha provocado que se formen grupos en forma de hordas que, por su formación aguerrida y pendenciera, se enfrentan en diversos flancos y atacan de tal manera que someten a un desgaste arrollador a todos los candidatos de enfrente, los que podrían llegar si no los exhiben y día con día son más fuertes los embates con el objeto de destruirlos.
 
Los más visibles, los diez bateadores de la primera fila con los que Andrés Manuel piensa dar una paliza a la oposición, los punteros, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum y el Canciller Marcelo Ebrard, los comodines de la baraja ya no tienen el mismo brillo que tenían cuando el arranque, todo iba bien hasta que un nefasto día, sucedió la gravísima y escandalosa tragedia de la línea 12 del metro, en la que el segundo fue el responsable del diseño y construcción de la magna obra dorada de la que se cuestiona el uso de material defectuoso e inadecuado, al que se le achaca responsabilidad en la supervisión y abaratamiento de la obra con la compra de material y asesoría a muy alto costo que se presume inflado.
 

Claudia por su lado, es la más señalada por suma negligencia en el mantenimiento de la obra, cuyo deterioro ya había sido advertido, pero en el que por aquello de los ahorros, la indolencia, y el exceso de confianza, no atendió las advertencias de la urgente reparación de vigas que se pandeaban, del estridente rechinar de los rieles, todo ello desembocó en el fatal accidente que costó más de una veintena de vidas y una centena de heridos, estos últimos y los familiares de los difuntos exigen justicia, no les basta con las cantidades millonarias con que han sido indemnizados, quieren a los responsables en la cárcel, mientras el presidente les promete justicia caiga quien caiga.
 
El costo político de este acontecimiento, aun no se cuantifica, ahora la Jefa se ha inventado una conspiración en contra de ella por la supuesta manipulación del peritaje que ella mandó a elaborar, con la intención de manipularlo y a lo que la compañía responsable no se prestó y por este motivo ahora se judicializa el asunto y seguramente los pernos de Marcelo resultarán inocentes. Pero visiblemente es un acontecimiento que puede ser la causa que acabe con las aspiraciones ahora agonizantes de ambos aspirantes, que con sus hordas se están dando con todo y a lo que habría que sumarle la segura intervención de las oposiciones, ansiosas de contar con motivos para contribuir al desmoronamiento de un régimen y de un movimiento político.
 
Veracruz no es la excepción en estas confrontaciones internas que se disimulan y se esconden, la lucha no es por la gubernatura, todos sabemos que quien la decide es el presidente y él al parecer ya tiene decidido quién será, el pleito es por las senadurías, el control del electorado indudablemente que lo tiene el gobernador Cuitlahuac García, en unión de sus operadores y la dirigencia de su partido. Sin embargo, la sociedad civil está volteando para otro lado, por eso la presencia del Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de los Diputados, Don Sergio Gutiérrez luna, quien se ha mostrado como un político que sabe interactuar con las masas y sabe aprovechar el momento, en el mismo camino el súper delegado del Bienestar, Manuel Huerta Ladrón de Guevara y por el Estado, sería el Secretario de Gobierno Eric Cisneros Burgos o el Presidente de la junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, don Javier Gómez Cazarín, todos ellos victimas constantes del fuego amigo.
 

Finalmente, habrá que celebrar las buenas noticias que recibimos del Presidente por su plan económico para contener la inflación, en serio que son admirables las medidas que ordenó para no quebrar al país en este momento de crisis mundial en que los gigantes se retuercen por la escasez de alimentos y los altos precios del mercado, subsidiar la gasolina, los peajes, los impuestos de importación de alimentos e insumos para producirlos y mantener una relación cordial con los millonetas fifí, en estos tiempos de polarización es casi un milagro, lo hemos venido diciendo, Andrés está cambiando positivamente.-Por el bien de la causa.