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Columnas y artículos de opinión
Cabos Sueltos
Silvia Sigüenza
30 de mayo de 2016
alcalorpolitico.com
“Yo sólo me miro/ por cosa de muerto;/ solo, desolado / como en un desierto.
 La Orilla del Mar.

(Carlos Pellicer)
 
A escasos tres o cuatro días para que termine la carnicería que ha sido el periodo de campañas para la sucesión gubernamental en nuestro estado; a uno, ciudadano del fuero común sólo le queda de todo esto lo siguiente:
 
Un sentimiento de bajeza política (si es que así puede llamarse al periodo de campañas) fue un muestrario surtido, muy surtido de faltas de respeto absoluto a los ciudadanos que quieren gobernar. Ya que si los insultos, denostaciones graves sin probanzas, perder los límites incluso familiares en algunos casos, más otros detalles significativos, nos dieron la imagen de quiénes y de qué están hechos los señores y señoras que pretenden llevarse lo poco que queda en y de Veracruz.

 
El peor caso lo ha protagonizado el licenciado Héctor Yunes Landa que pasó por el oprobio de la caña de pescar, y de ahí dio un triple salto mortal sin red hasta el insulto al primo que de inicio dijo respetar, al igual que a los ciudadanos de quienes pide el voto.
 
Todos los sucesos y hechos intermedios son por demás sabidos, no vale la pena repetir la basura y el muladar.
 
Y esta campaña electoral ha logrado extraer lo más recóndito de la indecencia política y personal de varios candidatos, y destaca el inefable candidato priista HYL.

 
Decir, acusar, injuriar y demás absurdos salidos del orificio comidículo de don Héctor Yunes, sobre todo contra su primo al que dijo de inicio respetar, han logrado sembrar el desánimo incluso entre sus seguidores del inicio. Ha mostrado no músculo sino algo deprimente en un político; rabia, envidia y cero control.
 
Por otra parte y en paralelo, como en eso de que en la guerra y en el amor todo se vale, pues el pri se aventó la puntada (asesorado désde el df. por MFB que a su vez lo parlamentó con CSG) de traer como el estímulo mayor para levantar la campaña de su candidato, nada menos que a la ex esposa de don Patricio Chirinos Calerp. La presentaron como la esposa de… pensando que no han pasado al menos dos periodos gubernamentales, que la señora ya no es esposa de don Patricio desde hace un buen; y en conclusión no les resultó el numerito. En fin, queda poco y ya veremos de qué color pinta Veracruz. Yo juro que de rojo. NO.
 
Y cambiando abruptamente de tema, voy con mi hacha. Resulta que don Héctor que en todos los lugares y personajes mediocres ve un aliado o una bandera de peso, pues apañó al ex rector de la UV, Raúl Arias Lovillo. Un señor de gris paso por la UV, su fama la hizo por sus conquistas con las féminas, que fueron varias. Bien pues Raúl Arias L. que goza de una pensión de nada despreciables ochenta mil pesos, lo leyó usted bien; $80.000 mensuales, más otras cosillas que él se fue proporcionando. Y hasta en un espectacular sale juntito a su protector Héctor Yunes. Segurito que le tira a la SEV. Ya que dos ex rectores llegaron a ella después de su mandato al frente de la UV.

 
Sólo que a Raulito se le va de la sesera, si es que conserva algo- que tanto el Lic. Roberto Bravo Garzón, como el Dr. Víctor Arredondo Álvarez; hicieron con toda eficacia sus tareas al frente de la UV. En cambio él púes... de no ser su acuerdo tras bambalinas para que doña Sara Ladrón de Guevara fuera su sucesora, más los muchos, lo que se dice muchos, billetes que dice él gastó en la sala Tlaqná, bastante infuncional por cierto, a decir y sentir de los seguidores de la OSX, y otro cadáver que ahora le acompaña pues es nada menos que don Ignacio Morales Lechuga. Vaya que el pasado le pesa a don Héctor. Y a los veracruzanos pues no se nos olvidan aquellos tiempos.
 
Queda poco, muy poco y veremos de qué color pinta Veracruz.