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Columnas y artículos de opinión
Vas bien Miguel
Luciano Blanco González
21 de abril de 2017
alcalorpolitico.com
Con esta frase de tufo lambiscón, es que pretendo reconocer el lento pero contundente avance de las acciones de un gobierno cuyas características son totalmente diferentes a las que históricamente estábamos acostumbrados a vivir.
 
La aprehensión de su antecesor Javier Duarte de Ochoa, por parte de la policía internacional a instancias de las autoridades mexicanas y el controvertido mérito que la federación y el Gobernador del estado pretenden adjudicarse es motivo de ocioso análisis.
 
Por la lentitud con que actuó y actúa la autoridad responsable, en este caso la federación, el pueblo presume que existen pactos secretos que conllevan encubierta protección al abusivo y depredador ex gobernante. Quien si no fuera por la exigente actitud del Gobernador Yunes, seguiría disfrutando de los lujos y placeres que puede disfrutar a gusto con los dineros robados a los veracruzanos.
 

Debemos de creerle a la Procuraduría General de la Republica y a sus voceros la afirmación de que el aparato policiaco mundial denominado INTERPOL, actuó en razón de una orden de aprehensión girada el 14 de octubre de 2016 por un juez de distrito ubicado en la capital de la República, derivada de una denuncia presentada por la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público por los delitos de delincuencia organizada y realizar operaciones con recursos de procedencia ilícita. ¿Solamente por eso? Y todo lo demás y por todo lo demás, acaso es absuelto desechando la gravedad de todos los ilícitos y burlando sarcásticamente a todos los agraviados.
 
El Gobernador y el pueblo veracruzano con él, no están satisfechos con la sola detención, que parece parte de un montaje peliculesco o una burda exhibición de la ineptitud y falta de profesionalismo policiaco, primero para dejarlo escapar y luego para localizar y detener a quien fuera tránsfuga de la justicia como si fuera una incrédula simulación, por ello se reclama un castigo severo tanto para el infractor como para sus cómplices que traicionaron con alevosía y ventaja toda la confianza que se había depositado en ellos.
 
Hay que recordar que distintas voces muy calificadas se habían levantado para denunciar los presumibles ilícitos que sucedían al interior del gobierno estatal, entre ellas la Auditoría Superior de la Federación, la de los senadores José Francisco Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa alertando a la opinión pública sobre el escandaloso saqueo que se estaba haciendo de los recursos públicos de la hacienda veracruzana.
 

Pero ninguna con tanta contundencia y estruendo como aquella que cimbró al Estado y a la nación, cuando el ya candidato Miguel Ángel Yunes compareció personalmente ante la Fiscalía del Estado, para interponer formalmente una denuncia contra el entonces Gobernador Javier Duarte y sus colaboradores por diversos delitos, entre otros el de lavado de dinero y el de enriquecimiento ilícito, aportando diversas pruebas documentadas y los indicios suficientes para abrir una carpeta de investigación, misma que con otras denuncias fueron atraídas (o desaparecidas) en su totalidad por la Procuraduría General de la República. Yunes con esta acción le fabricó un flamante sombrero a la Federación que ahora presume “orgullosa” como de su propia manufactura.
 
Lo que sucedía y sucede en Veracruz no es privativo del Estado, la misma estela de corrupción y de impunidad, de violencia y de impotencia ciudadana ante el crimen, la colusión policiaca con la delincuencia, la ausencia de probidad y de decencia de los funcionarios públicos son males que se dan a todo lo largo y ancho de la República Mexicana.
 
Pero en ningún Estado del país se había dado ni se da una exigencia tan sensible contra la corrupción como en Veracruz, cuya demanda se da de manera frontal encabezada por su Gobernador, quien no tan solo en campaña, antes de ella, ya electo y en funciones ha sido constante, filoso, exigente e incisivo en cumplir uno de sus ofrecimientos torales de encarcelar al cabecilla y a toda la banda de ladrones que aprovecharon los puestos públicos para pillar y empobrecer al Estado.
 

Ya Duarte es reo de la tardía justicia, en un cuartel militar Guatemalteco, pero esto no hace descender ni el furor, ni la impaciencia de una sociedad indignada que ahora demanda que el Gobernador haga eco a la conseja de Don Alfonso X El Sabio, quien en su época sentenciaba “Los que dejan al Rey errar a sabiendas, merecen pena como traidores” Es decir que todos aquellos que participaron o dejaron hacer, a sabiendas de que se estaba violando la ley deben de ser castigados con las máximas penas.  
 
Más no debe de conducir esta política en términos de favoritismos sospechosos, ya que Vox Populi murmulla que para algunos Duartistas manifiestamente responsables, se ha reservado la gracia del perdón y de la indulgencia, por compromisos partidistas y de amistad. El rasero debe de aplicarse parejo, sobre todo en quienes hubo mala fe e insana premeditación para actuar en perjuicio, debe de hacerlo, sin excesos indignantes que rebasen la pulcritud de imagen que poseen los gobernantes justos.
 
Sin embargo el fenómeno Duarte se ha maximizado -A decir de los estudiosos- por la importancia electoral del Estado y por lo estratégico del momento político que vive México, en el que se disputa el poder central de la República y en cuya lucha se utilizará todo el poder de la República para enderezar la administración pública y destruir con un conjunto de acciones, la inmoralidad política que hasta ahora se le atribuye al PRI, como representante de toda la pudrición que existe en el gobierno.
 

El Presidente de la República da la impresión de que está jugando con los tiempos, mientras instrumenta las jugadas maestras que lo reivindicarán históricamente, no es de creerse que le esté sacando filo al hacha con el que lo decapitarían, ni que este lamiendo la reata con que lo ahorcarían sus enemigos si los deja llegar a Los Pinos, si no utiliza a fondo los instrumentos contra la impunidad y contra la corrupción que él mismo creó con el Sistema Nacional anticorrupción o con el Sistema nacional de transparencia, armas poderosísimas que se vislumbra ya tiene en la mano y que las utilizará próximamente hasta alcanzar inclusive al mismo Felipe Calderón y a su equipo, los argumentos y las pruebas ya los tiene, se los proporcionó entre otros la Fiscalía Brasileña con el escándalo de la petrolera y constructora Obedrecht que en México por más de un decenio ha derramado millones y millones de dólares entre toda la jerarquía política nacional para obtener ventajosos contratos con optimas ganancias fuera de toda licitud.
 
Al Presidente no le debe de temblar la mano, el pueblo se lo está exigiendo, a menos que su ascenso al poder sea producto de un acuerdo de alternancia con el PAN, partido al que parece proteger y alentar dejándolo correr con todas sus implicaciones de corrupción y de narcotráfico al que dejó correr y que se apoderara de nuestra tranquilidad y de nuestros afanes de progreso.
 
El señor Presidente con los nuevos instrumentos de transparencia y el sistema nacional anti corrupción debe de llamar a cuentas a quienes se han beneficiado del poder no importando de que partido sea o hayan sido. Debe de obligar a Marcelo Ebrard a que responda del mega fraude con la línea 12 del metro de la Ciudad de México, a Josefina Vásquez Mota por los mil millones de pesos que recibió de la Secretaría de Relaciones Exteriores, para sostener una empresa fantasma de supuesta ayuda a migrantes en el extranjero. A Alejandra Barrales para que explique cómo adquirió su lujoso departamento de un millón de dólares en Miami o a Ricardo Anaya para que explique la vida de Rey que se da en Atlanta donde viaja y mantiene lujosamente a su familia. O a Vicente y Martita para que aclaren suficientemente los negocios de sus hijos los Bribiesca Sahagún y otros negocios de la familia o los contratitos de Ricardo Monreal a sus allegados. Debe de sentar a que rindan cuentas claras a todos los Gobernadores y Presidentes Municipales actuales y anteriores para que respondan por cada peso sustraído.
 

La lista de funcionarios políticos es larga y la enriquecen miembros de todos los partidos pero ante la opinión pública la encabeza el PRI.  
 
El Presidente parece estar dispuesto a todo, pero no podía actuar contra los de enfrente si no hubiera demostrado que está actuando primero contra los de casa, no es otra la razón por la que afirmó el pasado 17 “Las detenciones de Javier Duarte y Tomás Yarrington, son un mensaje firme y contundente del Estado Mexicano contra la impunidad” “Son avances (?) que cuentan con el respaldo de millones de mexicanos” y es de creerse que así sea por los 4 ex Gobernadores presos y Rodrigo Medina que ya la probó con unas horas detenido en un penal y varios ex Gobernadores están siendo investigados y uno que otro perseguido, si a esto sumamos el desafuero que ya comenzó a operar estamos frente al mar avizorando el nacimiento de un nuevo día que se iluminará con los intensos rayos de la pulcritud administrativa. Odebrecht será la marca de la guillotina.
 
En estas medidas se juega el futuro de la República y se decidirá por el pueblo de México a quién se le entrega el poder, pues ahora las fuerzas morales serán definitivas para que el electorado incline su voto, ello nos hace pensar que sólo es Andrés Manuel el que lleva la bandera anticorrupción en sus discursos apostólicos. A ello se debe el interés de todos aquellos que se encuentran en el ruedo político de aplicarle la regla 21 de El Arte de la Guerra del octavo libro de Sun Tzu cuando aborda las 5 debilidades de un general que lo ponen en peligro.- Regla 21.- Si (un general) tiene un sentido del honor demasiado susceptible, se le puede calumniar. Mey Yao Chen. “El que sólo piensa en defender su reputación descuida las demás cosas” Por eso el afán de los señalamientos fundados o infundados.
 

El Gobernador Miguel Ángel Yunes ha dado pasos muy importantes, nos ha devuelto la tranquilidad pública, pocas marchas, pocas manifestaciones, pocos bloqueos, pocas tomas de palacios e inmuebles públicos, respeto a la libertad de expresión, estabilidad administrativa aunque sea temporal porque no sabemos en qué va a parar la restructuración financiera, lazos más sólidos con la Federación que parece estar dispuesta a apoyarlo por el bien de Veracruz. La Seguridad Publica se empaña por el combate cruento y sangriento a la delincuencia que esperamos pronto termine. Mientras, Veracruz va a buen paso.- Por el bien de la causa.
 
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