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Columnas y artículos de opinión
Cabos Sueltos
Silvia Sigüenza
29 de diciembre de 2017
alcalorpolitico.com
Año difícil, de los más difíciles que hemos tenido y sin embargo estamos arribando al finiquito de éste y al recibimiento del 2018.
 
Año que será crucial para el Estado ya que la lucha por la sucesión gubernamental ha iniciado de tiempo atrás y no tan soterradamente; a todos nos constan las manipulaciones y entretelones que se han llevado a cabo en el Estado para retener en un caso y obtener en otros el destino del Estado. Uno de los más ricos (lamentablemente en algunas ocasiones) del país y por lo mismo de los más codiciados y saqueados.
 
Hemos tejido nosotros mismos, los veracruzanos nuestra trampa. El hecho de haber traspasado la casi imperceptible línea que señala al Gobierno por una parte y paralelamente al pueblo gobernado o a gobernar, y perder el mutuo y debido respeto nos condujo al lamentable estado en que ¿vivimos? Sobrevivimos.
 

Por parte del gobierno hemos tenido: ilusión exagerada de inicio. Un pueblo, el veracruzano ahíto de orden y justicia se volcó en las urnas por el gobernante actual que llegaba con la vestimenta y bandera del partido formado hace años por Gómez Morín; cuyos planteamientos e ideales eran realmente positivos para la nación íntegra. Y así confiados en el “nuevo” modo de gobernar, entregamos la esperanza de nuestras familias, la laboral, de justicia, seguridad, empleo, etc, etc. Y no vimos más.
 
Y no tan lentamente fuimos viendo y viviendo la decepción de una decisión tomada al calor de la desesperanza, el coraje y la frustración que nos dejó un sexenio (incompleto) atestado de vicios, que depredó no sólo las arcas públicas sino algo mucho más grave: el ánimo, la esperanza y la dignidad de todo el estado. Los pormenores son por todos sabidos: Y no se trata de remachar la situación todos la tenemos presente, sino de repensar la Patria y en este caso el Estado de Veracruz. Se iniciaron los prolegómenos de la sucesión gubernamental, entre otros cargos, y ya las aguas se ven y sienten bastante agresivas y dolidas; situación que nos ha llevado a entrar a la pelea entre nosotros, los ciudadanos del día a día, y lamentablemente con altos grados de intolerancia para aquellos que no coinciden con nuestra personal forma de ver y elegir.
 
Situación que no pone un solo punto positivo al estado de Veracruz ni a los ciudadanos. Nos han aplicado desde el altiplano la “libertad absoluta” para decir lo que la gana y el coraje nos dicten. Así, todos entretenidos en sacar nuestro coraje no valoramos ni sopesamos situaciones tan importantes como: ¿Quién es, de dónde viene, cuál ha sido su recorrido por los partidos políticos, cuál su actitud como gobernante y/o aspirante, etc, etc?
 

Y una atenta sugerencia: la salida del Ejército Mexicano a las calles no es el inicio de pandemónium alguno. Si se toman la molestia de leer el documento completo se darán cuenta de las restricciones que aplica para cada situación. Su vigencia será de un año y, si se requiere podría ampliarse. Me parece muy claro que se acude al Ejército para mantener la paz social por ser el año 2018 un año electoral muy muy difícil. Cordura ciudadana es lo que el país requiere con urgencia.