icono menu responsive
Columnas y artículos de opinión
Cabos Sueltos
Silvia Sigüenza
16 de marzo de 2012
alcalorpolitico.com
*MUCHA CONFUSIÓN en el caso de Mikhele Jalil Jiménez Velasco. Desaparece un viernes, el sábado se organiza una marcha de estudiantes, maestros e investigadores de la UV; compañeros de labor de su padre. El airado padre exige hablar con el gobernador, este lo recibe. Trasciende a los medios informativos que el gobernador se pone al habla con todo el equipo de seguridad. El joven aparece el lunes. Se ofrece rueda de prensa a cargo de la vocera oficial, Gina Domínguez C. Están presentes el joven “aparecido” y los padres. Se les da la instrucción de no hablar.

Todos los padres de familia fueron regañados por Javier Duarte de Ochoa y por su vocera. Hasta les dijeron lo que tenían que pensar.

A pocos días de este sucedido aparece una nota periodística firmada por Edgar Hernández, en la que asienta que el joven Mikhele llamó a su padre el domingo vía telefónica para decirle que se había ido a una fiesta con los amigos y consigna como hora de la llamada, las seis de la tarde.


El suceso queda así en la mayor opacidad y confusión: Si el gobernador se ocupó del caso y apareció el joven y de inmediato se ofrece la rueda de prensa en la cual se otorga todo el mérito al gobernador. Días después resulta que no estaba muerto, andaba de parranda.

Quedan muchas cosas raras: ¿Se precipitaron el gobernador y su vocera a dar una nota para lucir la capacidad del Estado? ¿Se filtra después la realidad tras bambalinas y se recuerda uno como ciudadano de las declaraciones de un ex procurador y el sub procurador actual, acerca de que los jóvenes no son levantados ni secuestrados (que es lo mismo) sino que se van con el novio o de fiesta; para lo que necesario sea en los próximos casos? Dicen que un buey voló, como pu’e que sí pu’e que no.

**MARAVILLOSA como siempre la señora Elba E. Gordillo. Su declaración acerca de que “…sólo una cosa no van a lograr destruir al SNTE y hacer de la Educación Pública un negocio de otros.”


Más claro ni un día soleado en la Costa Azul. Es suyo de ella y lo peleará como López Portillo defendió el peso. De pasadita le guiñó el ojo a Peña Nieto; dice que con él tiene una magnífica relación”.

La cosa toma tintes complicados y habrá que ver en qué paran las misas. Los maestros manifestantes en el DF. Piden su destitución. Los tiempos electoreros dan y darán para mucho más. Lo terrible es que uno tenga que deglutirse estos pleitos tan bajos por el poder. El que una cacique –como es tradición en este país, con todos los líderes, han sido separados de la silla poderosa que es un sindicato, sólo por la calaca-. Aunque en el caso de doña Elba, la pelea es con el Presidente Calderón y es un hueso duro de roer; tendrá el poder hasta el último día de su mandato y…

***Y en más de lo mismo, pero diferido; alguien tendrá que decirle al subdirector de noticias de Televisa, que “Sendos” significa: uno para cada uno. Va un ejemplo señor Leopoldo Gomez: Venían por el camino mil lecheros con sendos cántaros de leche; que se traduce por: mil lecheros de los cuales cada uno traía consigo un cántaro de leche y por tanto también eran mil cántaros. El señor Leopoldo dijo “sendos candidatos” ya en la batalla. La batalla es una sola, la presidencia de la República y los candidatos son cinco.


****Pequeñeces que van perfilando públicamente a los candidatos a la Presidencia:

Peña Nieto se compromete a usar toda su fuerza – Se le ve muy debilucho- , su capacidad-¿cuál?

¿La de galán? Su pasión- sólo puede avalarla por hoy, la gaviota. Su entusiasmo – de eso no se vive y mucho menos se gobierna un país. También dice que va a poner todo su corazón; ese sí que lo tiene muy grandote, pero lo tiene ocupado hasta el sótano. Más adelante sorrajó “No estoy solo”, ya lo sabemos sus parientes y cuates son pesos completos en eso de (lo que pensó usted es correcto) el grupo Atlacomulco, Carlos Salinas de Gortari y toda la parentela de grillas grandotas. Y remató: “Llegó la hora de la alternancia” más bien del retroactivo .


*****Y usted no se apabulle; yo le apuesto a que por una simple regla de tres; si ya tuvimos Pri, Pan con lo mismo; pues quizá los ciudadanos opten por probar al “nuevo” AMLO. Probar, una vez más se vale, y está en puerta.

En abrupto cambio de tema, les cuento que una compañía denominada “ambulantes” citó a la presentación de un documental en Cinepolis de Plaza Museo, la semana pasada, a las doce del día.

Llegamos varios compañeros del medio, vi descender de un taxi a una reportera que aseguró lo pagó para estar a tiempo. Y sucedió lo que les cuento: No había nadie que diera siquiera el saludo; uno tenía que levantar la cinta que cerraba el acceso al lobby porque nadie se ocupaba de nada; no se podía pasar a la sala en que se iba a pasar el documental; y el tiempo corría, a eso de las doce con quince decidí irme de un lugar al que nunca debí haber ido. Después me contó un compañero que cuando finalmente accedieron a la sala ¡La cinta no servía, y no la pudieron ver!


Eso sí, unos dos días después el señor X se presentó en Televisa Veracruz a una entrevista. Vaya cachaza. ¿Y así creen que se hace un público y se difunde la cultura? Lo evidente es que desconocen en su totalidad lo que es sacar con éxito una tarea de difusión de la cultura y/o el arte.

*******Y ya entrada en gastos, pues prosigo en el tema, En la Facultad de Artes de la UV:, se presentó hace un mes la obra teatral “El Siniestro Plan de Vintila Radulezcu” Escrita y dirigida por Martín Zapata, protagonizada por Adriana Duch y Manuel Domínguez.

El texto, largo, cansado y confuso. Una espía doble que se encuentra en unas ruinas, de vacaciones, con un hombre que también llega al lugar; entablan un diálogo bastante soso, muy enojados por el -uso de suelo- o algo parecido; siguen con un diálogo cansino en el que se acercan y alejan, ella le ofrece y él acepta toda clase drogas que lleva consigo en un bolso; descubren que ya cada uno había visto al otro hacía años, hasta que ella confiesa ser una doble espía y él un investigador que anda tras ella hace años. Finalmente llegan a un medio acuerdo, él sale primero del lugar y ella promete alcanzarlo, se queda sola y se mata.


Si ya de por sí el texto es cansino y poco claro; los actores se encargaron de hacerlo infumable. La actriz mantuvo siempre un tono de voz horizontal, soso, sin inflexiones que mostraran los distintos estados de ánimo por los que se supone iba pasando; el actor era lo mismo; cuando creían que el texto requería fuerza levantaban el tono, sin ninguna fuerza interior. A la señora Duch al menos la caracterizaron con vestimenta y maquillaje; al actor Manuel Domínguez de plano lo pararon en el escenario como si llegara de su casa a cualquier calle a esperar el urbano.

La noche que yo asistí a este tormento, habíamos cinco espectadores.