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Columnas y artículos de opinión
En Caliente
La feria de la mentira
Benjamín Garcimarrero
16 de abril de 2012
alcalorpolitico.com
Si quiere usted instruir a sus hijos en el arte de mentir, póngales la tele en la publicidad de los cuatro candidatos a la presidencia de la Republica.

Como hay que darle preferencia a las mujeres, tratemos primero las promesas (Léase mentiras) de campaña de la guapa Josefina Vásquez Mota. Sin mencionar aquello de los tres millones de pisos firmes que ha caído en la duda institucional, la promesa última es la de crear una Policía Nacional como una fuerza de presión para los gobiernos estatales renuentes a atacar a los carteles.

Dicho de otro modo se trata de vulnerar la autonomía de los Estados congregados en una federación, tendrán que reformar la Constitución y aceptar el centralismo en forma abierta. Hasta el momento el único cuerpo defensivo o agresivo en su caso, es el Ejército. El riesgo es que alguno de los Estados decida romper el pacto federal y segregarse como entidad autónoma, como ya ocurrió alguna vez con Yucatán que en 1841 se declaró república independiente; pero, aislada e insegura frente a los conflictos internacionales, buscó su reincorporación a México, poniendo condiciones que la favorecieran. Santa Anna pretendió agregarla por medio de las armas; hubo enfrentamientos militares a mediados de 1842, pero las fuerzas nacionales fueron derrotadas y obligadas a capitular en Tixpéhual. A fines de 1843 se firmó la paz, y Yucatán se adhirió a la República Central, sujeta a un régimen de excepción. Por incumplimiento de este régimen, nuevamente se separó Yucatán para reincorporarse en 1846 a la República Federal; pero una vez más se segregó cuando México se hallaba en guerra con Estados Unidos, y se declaró neutral.


Las promesas de Quadri candidato de Panal agordillado, piensa realizar el fracasado proyecto foxiano de construir un aeropuerto en Texcoco; se entiende que no piense en México entero sino solo en las empresas comerciales de la aeronáutica y en los que pueden viajar en avión; eso sin mencionar su otra falacia de concesionar las cárceles para hacer hoteles de cinco estrellas. Chulada de candidato.

Andrés Manuel aparentemente no se ha equivocado porque es el que menos promesas ha hecho, se ha concretado a criticar a sus contendientes y si acaso refreído las promesas de campaña de los otros. Cumple con el proverbio de que “el que menos habla, menos yerra”.

Las última promesas de Peña Nieto, son las de promover una política industrial, dicho de otro modo convenir con los ricos para que vengan a contratar esclavos de los que tenemos muchos, así se combate el desempleo además que se les hace el caldo gordo a los extranjeros. Prometer un México sin pobreza equivale a que la iglesia prometiera una religión sin penitentes. Erradicar la violencia, los secuestros, los homicidios y otros delitos, es una tarea titánica, mencionar que hasta el Titánic se hundió. La historia de los secuestros empezó con el rapto de las sabinas, la ligereza de Elena de Troya, y los compromisos políticos de Cleopatra. ¿Así que pretende cambiar al mundo?; ojala lo logre.


En fin, que para vivir en paz hay que saber mentir, después de ver, oír y procesar la sarta de mentiras con que nos están bombardeando los candidatos y las telenovelas indigeribles de Televisa, pues lo mejor es resignarse; lastima que no haya un botón “mute” para cada candidato.