Condenan a 30 años de prisión a 8 expolicías de Papantla por desaparición de jóvenes

Los ocho expolicías municipales de Papantla declarados culpables por el delito de desaparición forzada de dos jóvenes en marzo de 2016, fueron condenados a 30 años de prisión; además, deberán pagar una reparación del daño por 292 mil 160 pesos y serán inhabilitados de por vida como servidores públicos.

Fue en audiencia realizada este jueves para la individualización de sanciones de penas y reparación del daño, donde la Juez resolvió la condena contra Higinio Bastián Santiago, Rufino Pérez Baltazar, José Luis Ramiro García, Benito Velázquez Jiménez, Reyes León de la Cruz, Mauro Olmedo, José Luis Santiago Ramos y el excomisario Bernardino Olmedo Castillo.

Los expolicías fueron hallados culpables por la desaparición forzada de los jóvenes Alberto Uriel Pérez Cruz y Luis Alberto Morales Santiago, a quienes habrían entregado al crimen organizado y que hasta la fecha no aparecen.

En esta audiencia final, la Fiscalía de Veracruz, representada por Maximino Herrera Marín, pidió la reparación del daño por 42 mil 500 para la señora Blanca Ninfa Cruz Nájera, madre de uno de los jóvenes, ya que debido a estos lamentables hechos tuvo que deshacerse de sus propiedades: una pequeña tienda de abarrotes, un molino y dos terrenos; además de costear gastos de pasaje y hoy de renta, debido a que por amenazas se tuvo que desplazar a otro municipio.

Dicha medida fue aceptada y avalada por la Juez, quien impuso una sanción de 292 mil 160 pesos debido a que el hecho causó un grave daño patrimonial y emocional luego de desconocerse el paradero de los jóvenes.

Como parte de sus derechos, los ocho expolicías tuvieron la oportunidad de hablar previo a escuchar la sentencia que recibirían, todos se declararon inocentes y aseguraron que los están condenando injustamente.

Benito Velázquez, uno de los policías sentenciados, pidió la intervención de organizaciones internacionales de Derechos Humanos, ya que asegura que lo acusan injustamente y él no estuvo laborando el 19 de marzo, pues se encontraba en su comunidad y varios de sus vecinos y conocidos pueden atestiguar que estuvo ahí.

Cerca del mediodía, la Juez ordenó un receso en la audiencia, para posteriormente regresar y dar a conocer su veredicto; argumentando que se basó en las diversas pruebas presentadas durante este proceso. Su condena es de acuerdo con el grado de participación que tuvo cada uno en lo que es considerado un delito grave.

Afuera de la sala del Octavo Distrito Judicial, se encontraban familiares de los expolicías quienes no pudieron ocultar su tristeza y llanto al escuchar los años que podrían pasar en la cárcel sus seres queridos.

El abogado de la parte defensora, Luis Castillo Santes, lamentó la actuación de la Juez, por lo que interpondrá un recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia del Estado, donde la sentencia podría ser confirmada, revocada o modificada.

En caso de que no le sea satisfactoria la resolución, explicó que promovería un juicio de amparo directo en el Juzgado federal para buscar la libertad de sus defendidos, debido a que hubo graves violaciones a sus derechos y también muchas inconsistencias durante el proceso.

Dijo que la condena otorgada por la Juez fue para evitar un linchamiento social, por dejar en libertad a los expolicías.

“Le dio miedo”, afirmó.