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Cosas del Príncipe y el Rey

Feliciano Alatorre Jalapa, Ver. 14/07/2007

alcalorpolitico.com

Cuando el Príncipe no arrebata ni los bienes ni el honor de la mayoría de los hombres, estos viven contentos y solo hay que combatir la ambición de unos pocos. El desprecio nace cuando al Príncipe se le considera inestable, superficial, afeminado, pusilánime e indeciso, algo que debe rehuir como si fuera un escollo en su camino e ingeniárselas, para que en sus acciones se reconozcan: grandeza, valor, prudencia y fortaleza.

En cuanto a los conflictos privados entre súbditos, debe procurar que su decisión sea irrevocable y que goce de tanta estima que nadie piense si quiera en engañarle o embaucarle.

El autor de estas frases es nada más y nada menos que Nicolás Maquiavelo, dirigidas al Príncipe allá por los años 1500.

En pleno siglo XXI y aquí en nuestro Estado de Veracruz siguen teniendo plena vigencia, pues ha llegado el momento, y los tiempos son propicios para ello, de que el Gobernador Fidel Herrera procure que sus decisiones sean irrevocables, sobre todo cuando ordena, por el bien de nuestro Estado, que se haga tal o cual cosa y lamentablemente algunos de sus colaboradores hacen como que acatan pero no obedecen y hasta se le rebelan públicamente, lo que la sociedad civil ha llegado a considerar no solo como una falta de respeto al Gobernador de todos los veracruzanos, sino una insultante desobediencia que pudiera dar a futuro la impresión de ausencia de mando y que se recuerde bien es preferible cometer errores mandando, que evitar el riesgo de no cometerlos por no confrontarse con el número 2 ó el número que sea en la jerarquía política de su gobierno. Esta muy a tiempo el ciudadano Gobernador de aplicar las sabias lecciones del famoso florentino, Nicolás Maquiavelo.