Cumple migrante salvadoreño 14 días en coma, el pronóstico es negativo

Han pasado 14 días desde que el salvadoreño Pablo Orellana Navarrete fue internado en el Hospital de Alta Especialidad, gravemente herido por las agresiones que él y otros migrantes recibieron de parte de policías municipales de Agua Dulce.

Y desde entonces está en coma, perdido de la realidad, entre la vida y la muerte, y con malos pronósticos para su salud, informó el director del nosocomio, doctor Raúl Zamora Jauregui.

Catorce días en los cuales no ha abierto los ojos, en la oscuridad de la inconsciencia, y sin la visita de algún familiar, solo, a la mitad del camino a Estados Unidos, el país que intentaba alcanzar.

Zamora informó que los médicos hacen todo a su alcance para salvar al centroamericano, no se fijan en el costo de su internado, ni en los gastos que pudiera generar a la institución, son instrucciones del gobernador Fidel Herrera Beltrán.

Sin embargo, a pesar de que se le operó para sacarlo avante de las lesiones, no hay mejoría. “Cabe resaltar que él está muy grave por sus golpes en la cabeza, presenta un edema cerebral y lo que quiere decir que tiene inflamado el cerebro”, dijo Zamora Jauregui.

También presenta una lesión muy severa en el rostro, y prácticamente está desfigurado. Ya perdió un ojo, y si salva la vida, le reconstruirán la cara de tal forma que no pierda su estética, colocándole una prótesis en la cavidad ocular.

Sobre los otros dos centroamericanos, Carlos Mario García Zedillo y Victoriano Hernández, se encentran en fase de valoración posquirúrgica, luego de que la semana pasada ambos fueran intervenidos de la columna vertebral. Carlos Mario por haber recibido una bala en medio de las vértebras; y Victoriano por los golpes que recibió en la misma zona corporal cuando el camión en el cual viajaban chocara aparatosamente contra un cerro.

“Ambos tienen lesiones similares, y se les operó, están en valoración para comenzar con la rehabilitación, paso a paso”, remató.