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Sección: Estado de Veracruz

Dan el último adiós al comandante Francisco Torres, quien fue abatido en Veracruz

En las calles se escuchó el sonido de las torretas y sirenas que repicaban en el aire anunciando la despedida

Iv?n Garc?a Veracruz, Ver. 17/08/2011

alcalorpolitico.com


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Un policía es un hombre, con familia, esposa, hijos, amigos, compañeros, con una capacidad o cualidad diferente a los demás, tiene entrega, honor y valor. El comandante y subinspector Francisco Torres Ibáñez perdió la vida por proteger a los veracruzanos del gran mal que aqueja muchos lugares, la inseguridad. Sujetos armados lo emboscaron y le privaron de la vida en calles del fraccionamiento Reforma, en la ciudad de Veracruz cuando estaba de patrullaje.

Sus restos fueron velados en la Funeraria Ramírez, ubicada en la avenida 20 de Noviembre en la ciudad de Veracruz y cerca de las 14:00 horas de este miércoles, sus féretro fue trasladado a las instalaciones de la Coordinación General de la Policía Intermunicipal Veracruz-Boca del Río, en la colonia Playa Linda, al norte de la ciudad de Veracruz.

Ahí fue recibido por compañeros, amigos, conocidos y familiares, quienes le rindieron honores como se merece a un hombre que no titubeo en hacer valer el estado de derecho y salvaguardar a los desprotegidos.

El subinspector de la SSP Francisco Torres Ibáñez, era comandante del sector 4 y era conocido como comandante «Toro» y laboraba para la Policía Intermunicipal Veracruz-Boca del Río.

En medio de una carpa, se le rindió una guardia de honor, uno a uno sus compañeros de sector, comandantes, así como Supervisores y Subcoordinadores de la Policía Intermunicipal, custodiaron su alud y a un costado suyo estaba su fotografía en vida.

Ahí estuvo presente el Subsecretario «B» de la SSP, Silvio de Jesús Hernández Soto, el nuevo Coordinador de la PIVB, el Comisario General Gregorio Cuellar Morales.
Era evidente las caras desencajadas de los policías, por ver una vez más caer a un compañero que se convertirá en estadística para algunos, pero que para sus seres queridos será algo que jamás lleguen a olvidar.

Algunos uniformados derramaron lagrimas en silencio, sólo se veían ojos rojos y caras mojadas, con el coraje de no haber estado en ese instante, espalda con espalda, repeliendo la agresión de los asesinos del oficial Francisco Torres Ibáñez.

En el lugar se ofició una misa y se le rezó por su descanso eterno, sus hijos y esposa, visiblemente destrozados, no daban crédito que habían perdido al esposo y padre de familia para siempre y que pese al peligro de su profesión, jamás titubeó en hacer su trabajo.

Luego los policías hicieron una valla y saludaron el féretro del comandante, el cual era cargado por oficiales y amigos, hasta la carroza que lo trasladó a su última morada.

En las calles se escuchó una vez más el sonido de las torretas y sirenas que repicaban en el aire que un policía había caído, que había muerto cumpliendo con su encomienda, que había muerto por defender a los veracruzanos y que tal vez sus asesinos jamás sería capturados.

Como ironías de la vida, hace un mes el comandante Francisco Torres Ibáñez también cargo el féretro hacia la carroza del cuerpo de la comandante Etelvina del Moral Hernández, una de las primeras comandantes mujeres dentro de la SSP, la cual falleció por problemas de salud y a la que también le rindieron honores en las instalaciones de la Policía.

Los elementos policíacos iban en las nuevas unidades entregadas recientemente por la Secretaria de Seguridad Pública, junto con los moto patrulleros, escoltando la carroza con los restos de Francisco Torres Ibáñez, hasta su descanso eterno en un panteón, a las afueras de la ciudad de Veracruz. Descanse en paz comandante «Oro Cuatro».