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Sección: Estado de Veracruz

Debemos reforestar para continuar con tradición de máscaras de Xantolo: Artesano

- Aunque algunos siembran cinco por cada árbol derribado, a otros se les olvida: Gerardo Román

- Es para regresarle a la naturaleza un poco de lo mucho que nos da, afirma

De la Redacción Tantoyuca, Ver. 05/10/2019

alcalorpolitico.com


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Derivado de la contingencia ambiental y la falta de reforestación, productores de máscaras de madera de Tantoyuca han señalado que la materia prima se ha vuelto escasa, a consecuencia de la tala inmoderada de los árboles maderables que se usan en temporada de Xantolo; informan que la demanda es mayor, debido a que miles de personas estrenan una máscara y requieren de una identidad nueva para bailar en los escenarios principales durante los primeros días de noviembre.

El escultor de máscaras xantoleras, Gerardo Alberto Román Romero, indicó que desde hace varios años se encarga de impulsar la fiesta del Día de Muertos, al comprender que se reactiva la economía de Tantoyuca y que el turismo aumenta con la llegada de familias y personas foráneas; aunque tomó en cuenta el daño que se genera al medio ambiente cuando se derriba un árbol de pemuche, si no se siembran más.

"Doy clases en las escuela Técnica número 65, (donde) se inculca en los alumnos la tradición para que sigan en el entusiasmo con el que viven, yo creo que eso es realmente lo que las mantiene vivas. Por eso considero que no morirá la tradición, pero es indispensable que tengamos un equilibrio con naturaleza a la hora de talar un árbol que usaremos para la elaboración de la máscara", citó el escultor de máscaras de madera.



Comentó que en las comunidades se ha previsto que se tenga un permiso por parte de las autoridades cada vez que se tenga intención de cortar un árbol, sobre todo si es un gran número de árboles, pues en temporadas de Xantolo, cada artesano haceentre 20 y 40 máscaras de madera.

"Me han encargado máscaras de personajes que en realidad el enfoque en la mirada, la nariz, la boca o las facciones, es algo difícil. Tenemos que hacer que la máscara se parezca lo más posible a la persona que le piden. Entonces, cuando se entrega la máscara y ve al cliente contento, se ve uno gratificado con la felicidad del cliente; la máscara en realidad va unida al cuerpo. Aunque también me queda la inquietud de que si nosotros como mascareros llegamos a derribar un árbol, en mi caso tengo que sembrar 5 árboles más, porque es regresarle a la naturaleza un poco de

lo mucho que nos da", concluyó.