Descubren corrupción de las “voluntarias” de los Centros infantiles DIF en Poza Rica

Asistentes educativas lucran a través del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF). Sin remuneración salarial por ser voluntarias, pero con las cuotas y multas aplicadas a los padres de familia obtienen ingresos superiores al sueldo en cualquier institución privada. Mientras que frenan mejoras en los Centros de Asistencia Infantil Comunitaria (CAIC).

De acuerdo con la coordinadora de CAIC en Poza Rica, Rosalía Aguilar Hernández, para ser asistente educativa en CAIC los requisitos mínimos son preparación técnica en puericultura. De 26 que trabajan como voluntarias, solo nueve presentan perfil profesional.

En cada CAIC, los padres de familia deben pagar inscripción y mensualidad por los servicios educativos, 180 y 120 pesos es la cuota correspondiente del ciclo escolar 2010-2011.

Pero el pago mensual varía. En Poza Rica se detectó que cada asistente educativa cobra cuotas desde los 120 hasta 200 pesos. También, se cobra multa de cincuenta pesos a los padres que faltan a las juntas escolares o no participa en faenas. El recurso se queda en manos de la titular del CAIC.

Además, desde hace tres décadas que iniciaron funciones los CAIC en Poza Rica, las voluntarias perciben mensualmente una gratificación de mil pesos, por turno que laboran, de 24 maestras son ocho que cobran doble.

Los padres además de cubrir con el pago obligado, deben pagar los materiales didácticos y hasta por los servicios –luz, agua y renta- que se utilizan para las instalaciones del CAIC. Sin contar que adquieren el uniforme escolar a través de las maestras que manejan el costo.

Al menos durante los dos primeros años de esta administración, de los fondos reunidos, las maestras no aportaban porcentaje alguno para beneficio del DIF o para las mejoras de su propio CAIC.

Trascendió que Poza Rica es el municipio donde registra la tarifa mensual más alta en servicios educativos de CAIC. La cuota permitida es de 40 pesos y las asistentes educativas cobran un 300 por ciento más que en otras localidades veracruzanas.

En comparación, el vecino municipio de Tuxpan se aplica esa cuota y los padres realizan la aportación directamente a las oficinas del DIF para evitar desvíos de recursos.

De acuerdo con la función del CAIC, gestión que realiza en DIF en cualquier punto del país, son diseñados para áreas rurales a fin de apoyar la economía de los padres de familia en situación vulnerable.

En Poza Rica, el único CAIC que tendría razón de existencia es en Cerro del Mesón por ser área ejidal y la solvencia económica de los padres de familia se beneficia. Sin embargo, durante varias administraciones municipales se ha permitido la operación de 23 más para las colonias populares para contribuir con el mismo fin.

Aunque las asistentes educativas podrían aportar administrativamente un porcentaje para la rehabilitación de sus instalaciones, entre impermeabilización, construcción de bardas y otras necesidades, son las autoridades municipales que les proporcionan todo.

Durante la administración de Pablo Anaya Rivera y Consuelo Valdéz de Anaya se logró la inversión de arcas municipales para la remodelación y construcción de cuatro CAIC: Ignacio Zaragoza, Oscar Torres Pancardo, Aquiles Serdán y Rafael Ramírez, este último donde su maestra Alfonsa Reyes denuncio públicamente que se encuentra en condiciones inadecuadas.

Luego, ante la falta de recursos federales, la situación económica del ayuntamiento pozarricense también afectó al DIF municipal.

Al relevar el cargo, Raquel Torres de Alarcón realizó en cinco meses la funcionalidad del CAIC Cerro del Mesón.

A decir de la coordinadora de CAIC, Rosalba Aguilar, la titular solicitó a cada asistente educativa la aportación mensual de 20 pesos por cada alumno, de un total de 765.

El DIF Poza Rica reunió 39 mil pesos, que junto con la recaudación de fondos de eventos sociales se sumó una cantidad superior a los 70 mil pesos y se concluyó la obra y servicios públicos en el CAIC Cerro del Mesón.

A pesar de quejas de padres de familiapor el pago de cuotas y multas, las maestras se escudan argumentando que son reglas del DIF, pero la situación se apacigua entre ellos porque temen a represalias, aun si detectan irregularidades en la vocación de las voluntarias del DIF.

Rosalba Aguilar dijo que el DIF no percibe ingreso alguno de las asistentes educativas para utilizarse en otros fines, pero las autoridades municipales se han preocupado por mejorar la calidad educativa para el menor y para el beneficio de las propias maestras.

La única aportación que ellas realizan es con el traslado y participación de niñas y niños en desfiles y eventos cívicos y culturales.

Ante la exigencia de varias de las voluntarias con pago de aguinaldo, la coordinadora de CAIC dijo que las maestras no son parte del personal salariado en nómina por lo cual se les ha apoyado con gratificaciones.

Al menos, gracias a la intervención de Consuelo Valdéz de Anaya antes de dejar la presidencia del DIF, les detuvo la intención de incrementar precios en cuotas para los padres de familia, en el 2010 pagaron la tarifa del año anterior.