Hace quince años en un accidente de trabajo, Juan León de los Santos perdió el brazo izquierdo, desde hace seis ha trabajado como taxista en este municipio y hace una semana le informaron que ya no podría continuar realizando esta actividad.
Juan León se encuentra preocupado, pues aunque es pensionado del Seguro Social, este dinero no le alcanza para mantener a su familia y ahora ya no puede realizar la actividad que le permitía llevar el pan a su casa.
Con cierta nostalgia don Juan cuenta que laboraba para la Sociedad Cooperativa de Transportes de la Sección 11 de Nanchital, en un día de mayo mientras realizaba la descarga de material, un tubo de más de tres toneladas se desprendió de la grúa que lo cargaba.
Señala don Juan que sólo alcanzó a agacharse para librarse del golpe en la cabeza que hubiera sido de consecuencias fatales, sin embargo el tubo le desprendió la mano izquierda luego de que se la aplastara contra el resto del material.
Luego de una pausa, hace un salto a su memoria para contar que encontró en el servicio de transporte público una forma de ganarse la vida honradamente, logrando cumplir seis años sin haber participado en un solo accidente vial.
Hace una semana los oficiales de Tránsito del Estado le notificaron que tendría que dejar de trabajar como taxista, incluso le fue retirada la licencia de conducir, misma que le emitieron sin nunca señalarle que la falta de una extremidad era inconveniente.
Ahora Juan León, a sus 51 años de edad, se encuentra desesperado porque sufre de la discriminación laboral en cualquier empleo que solicita, la frustración incluso lo hace pensar que mejor hubiera sido haber muerto hace quince años en aquel accidente.
Él se ha caracterizado por ser un trabajador incansable según le reconocen sus compañeros, sólo le pide al Gobernador del Estado, Fidel Herrera Beltrán, que interceda por él y que le permita seguir trabajando para mantener a su familia.