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Sección: Estado de Veracruz

Despiden a fray Rubén Maceda, en Orizaba; deja legado de amor para cientos de jóvenes

La Casa Hogar El Perpetuo Socorro despidió al fraile, quien dedicó 37 años de su vida al cuidado de niños abandonados

Lissette Hernández Orizaba, Ver. 14/03/2019

alcalorpolitico.com


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Falleció fray Rubén Maceda, una leyenda de Orizaba que dejó un gran legado de amor y refugio para muchos jóvenes.

Los últimos 37 años de su vida, Maceda decidió dedicarlos al cuidado de niños en la Casa Hogar El Perpetuo Socorro, sitio que logró mantenerse en pie gracias a la caridad.

Por este sitio pasaron 800 niños, algunos de ellos decidieron estudiar y fray les dio carrera, por ello, siempre platicaba de “su hijo” el aviador, el abogado, el sacerdote, el ingeniero. Incluso, muchos de ellos regresaban a esta Casa Hogar para presentar a su familia.



Esta jueves, quienes viven actualmente en la casa y quienes desde hace tiempo iniciaron otra vida con sus esposas e hijos, efectuaron una misa para despedirse de este hombre, al que a cada uno le dio un espacio en su corazón.

Entre lágrimas y recuerdos, los presentes se despidieron del fray, sus “hijos” colocaron en el féretro refrescos, pan de dulce, pambazos, tamales.

Antes de partir al panteón de Jalapilla, en donde siempre pidió ser sepultado, le cantaron “Amigo”, después salió el cortejo fúnebre acompañados del mariachi.



Pero sus hijos pidieron que no se deje de apoyar esta labor que él inició, pues aún hay en la casa niños, jóvenes y tres adultos con discapacidad, quienes fueron hasta el último momento de su vida la preocupación de Maceda, porque decía que eran sus pequeños que no se podían defender.

Ahora, uno de los niños creció y estudió gracias al fray, se hará cargo de esta labor, pues así se lo pidió este gran hombre a quien considera su papá.

Rubén Maceda era originario de Santa Inés Ahuatempan, Puebla, donde nació el 29 de febrero de 1933. Hizo su profesión solemne como fraile franciscano en San Juan Bautista, Coyoacán en 1960. Llegó asignado al Templo de San José de Gracia de Orizaba en 1979.



Desde que llegó a Orizaba conoció la situación de muchos niños de la calle, lo cual le motivó a pedir un permiso especial a la Orden Franciscana para iniciar un proyecto de rescate, que culminó en la creación del Hogar Franciscano del Perpetuo Socorro, al cual se dedicó totalmente desde 1982.