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Sección: Estado de Veracruz

El coronavirus: “Festival de avaricia en Wall Street”

Jorge Salazar García 23/03/2020

alcalorpolitico.com

“Desde luego que hay una guerra de clases pero es mi clase, la clase rica, la que la está haciendo y la estamos ganando.” (Warren Buffet)[1]

Desde su origen, el sistema capitalista[2] engendró una confrontación irreconciliable entre quienes se apropian de los medios de producción y los millones que sólo poseen su mano de obra. Y, como en todo conflicto, cada parte se mantiene alerta tratando de evitar ser avasallada por la otra. Con el Neoliberalismo, el Capital impuso condiciones de sobreexplotación acelerando la pauperización de la clase obrera. Al grado de que, por ejemplo, en México, los trabajadores laboran más de 12 horas por un salario mínimo de 123.22 pesos. De ese modo (máxima explotación legalizada), el bloque capitalista inició verdaderas orgías de despojos, destrucción de la naturaleza y genocidios, teniendo como líder máximo al Gobierno de los Estados Unidos. No en vano es el país con más de 800 bases militares esparcidas por el planeta que se ha abrogado el derecho de invadir naciones y deponer gobiernos legítimamente electos por no seguir las recetas del Consenso de Washington (1989). La supuesta defensa de la Libertad y la Democracia es una falacia necesaria para justificar ante el noble pueblo estadounidense la sevicia de los poderosos. Si la engañifa fuera develada, la industria militar perdería carne de cañón para sus guerras y los políticos gerenciales, millones de votos. Sin embargo, a pesar de la incesante y masiva manipulación de la información, cada día más gente sabe que la causa real de la debacle ecológica, las guerras y la extrema pobreza es la codicia de unos pocos.

“El amor excesivo hacia el dinero…destruye los vínculos empáticos sociales.”[3]



La crisis del modelo

Poniendo el DINERO como centro de su existencia, la ocupación de la oligarquía es generar cíclicamente oportunidades para extraerlo de dónde lo haya. Siempre tienen en vilo a las economías nacionales y por todo, los medios a su alcance adoctrinan a la nuevas generaciones con los “principios” de la libre empresa que ninguno cumple. Cuando comienzan a multiplicarse los lobos disputándose el monopolio del saqueo, es el momento de inducir las crisis (1929, 1987, 2008,…) para eliminarlos o acordar con ellos nuevas formas de ROBO. En la inmediatez de una recesión, parecieran menguar sus fortunas individuales; pero, superada la crisis, con las medidas emergente de recuperación “sugeridas” al Estado, aquellas vuelven a crecer con creces. Por esa razón las llamadas crisis económicas son en realidad procesos de socialización de las pérdidas individuales y privatización de la riqueza social; así, las “mafias del podertrasladan enormes recursos públicos hacia las grandes empresas. Después, los gobernantes apoyados electoralmente por la clase empresarial aceptan o se ven obligados a tomar medidas “legales”, tales como la entrega de los recursos de la NACIÓN, “rescates financieros”, privatizaciones y

flexibilizaciónde la leyes. En cualquier de los tres casos, los afectados son los trabajadores del campo y la ciudad, los pequeños y medianos empresarios y la industria familiar; el presupuesto social disminuye, el desempleo crece, el salario baja y los precios suben. Son estos ciclos perversos los que están conduciendo al planeta al colapso ecológico, económico, político y social, no la pandemia del coronavirus.

Conspiración de los ricos

Imaginar que todas las desgracias humanas provienen de alguna conspiración es una exageración pero creer que éstas no existen es pasarse de ingenuo: las mafias siempre planean. Los dueños de trasnacionales, bancos, mercados financieros y ejércitos tienen cerebros a su servicio ocupados en mejorar sus técnicas de despojo. Jamás dudarán mentir, manipular, defraudar y matar para evitar perder sus privilegios de avaricia. A través de sus propias instituciones venían pronosticando una desaceleración económica, ocultando deliberadamente que en realidad se trata de una CRISIS mayor del sistema de mercado. Los consorcios norteamericanos y el gobierno de Trump saben que China les disputa la hegemonía sobre los recursos del planeta y los mercados. Para detener al país asiático le han aplicado sanciones económicas unilaterales.



¿Es natural el origen del coronavirus?

Contestar esta pregunta negativamente implicaría que el virus es un producto biológico creado en laboratorio; tal afirmación conduciría a investigar si fueron los deportistas militares norteamericanos presentes en Wuhan en octubre pasado quienes esparcieron el COVID-19, como lo sugieren los chinos. Atribuirle a Estados Unidos la responsabilidad del COVID-19 tiene sustento histórico. Su historial de conquistas, invasiones e intervenciones registra hechos que muestran la calaña de la mayoría de sus gobernantes. Asesinan sin recato a quien se oponga al despojo; los mexicanos lo supieron en 1847 durante la invasión norteamericana. Creyeron en la amistad del vecino, ignorando los “Estados Unidos no tiene amistades permanentes, sino intereses permanentes” (John Quincy Adams, 1825-1829). El genocidio, incluso por medios químicos y biológicos, forma parte de su arsenal. Lo hicieron en Vietnam, con el “agente naranja” y con las tribus norteamericanas al entregarles mantas infestadas con viruela y en Cuba esparcieron (1981) el virus del dengue hemorrágico. Atrás de las tropas que invadieron a Irak y Afganistán, iban los contratistas privados, enviados para reconstruir lo que sus bombas destruían. Lo mismo ocurre con la pandemia, detrás de ella ya alistan sus colmillos los mercaderes de la muerte.

Independientemente de la respuesta, es evidente que la actual pandemia cae como anillo al dedo a los lobos de Wall Street y a los fanáticos del mercado porque su modelo neoliberal se oxigena posponiendo su colapso. Veremos en los próximos meses verdaderos festivales de avaricia en los centros financieros: los pececillos serán devorados por obesas orcas asesinas en un mar de especulaciones financieras. Y, claro, economías nacionales destruidas con sus millones de afectados.



Continuará…

[1] Warren Edward Buffett es un empresario estadounidense. Con mas de 70 mil MDD es uno de los más grandes inversores en el mundo, ​​ además es el mayor accionista y presidente y director ejecutivo de Berkshire Hathaway.
[2] Sistema económico y social basado en la propiedad privada de los medios de producción, en la importancia del capital como generador de riqueza y en la asignación de los recursos a través del mecanismo del mercado.
[3] Casas Armando, Farfán Leticia. “Avaricia. Historia de los afectos”. UNAM. México 2014.