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Sección: Estado de Veracruz

Las palabras de la ley

El santo patrono de los abogados

Salvador Martínez y Martínez Xalapa, Ver. 15/01/2025

alcalorpolitico.com

San Ivón de Kermartin (francés, Bretón. 17 de octubre de 1253/19 de mayo de 1303) era un santo bretón y patrón de los abogados y de los niños abandonados. Su fiesta se celebra el 19 de mayo.

Octavio Paz hizo algunas aseveraciones referidas a los escritores en el campo de la literatura y, por sugestivas, aquellas afirmaciones se pueden extender a los escritores en el área del derecho. Ya las utilizamos alguna vez con otro tema y hoy las empleamos de nueva cuenta (Portal alcalorpolítico.com 27/11/2024).

Las siguientes son las palabras del Nobel mexicano de Literatura en su libro Pasado y presente en claro. 20 años del premio nobel:



“En América la excentricidad hispánica se reproduce y se multiplica, sobre todo en países con antiguas y brillantes civilizaciones como México y Perú. Los españoles encontraron en México no sólo una geografía sino una historia. Esa historia está viva todavía: no es un pasado sino un presente. El México precolombino, con sus templos y sus dioses, es un montón de ruinas, pero el espíritu que animó ese mundo no ha muerto. Nos habla en el lenguaje cifrado de los mitos, las leyendas, las formas de convivencia, las artes populares, las costumbres. Ser escritor mexicano significa oír lo que nos dice ese presente –esa presencia. Oírla, hablar con ella, descifrarla: decirla... Tal vez después de esta breve digresión sea posible entrever la extraña relación que, al mismo tiempo, nos une y separa de la tradición europea”.

El título mismo del presente escrito será motivo de risa para no pocos abogados. Pero, San Ivo recibió el título de “Santo patrono de los abogados”, y sus vecinos le compusieron un epitafio que explica bien la razón de ello: San Ivo era Bretón. / Era abogado y no era ladrón. / Santo Dios: ¡que admiración!

Dentro de la fe religiosa, un santo patrón es un santo que tiene una afinidad especial hacia una comunidad o a un grupo específico de personas. Los términos patrón y patrono son sinónimos de defensor y protector. Conviene aclarar, en el caso, la afinidad es con la idea de abogado, ya que, en los hechos, la mala fama de los abogados es por aquellos que se alejan de aquel ideal.



Miguel Villoro Toranzo, en su Introducción al Estudio del Derecho, propone la idea del Derecho en los siguientes términos: “Derecho es un sistema racional de normas sociales de conducta, declaradas obligatorias por la autoridad, por considerarlas soluciones justas a los problemas surgidos de la realidad histórica.” En dicha definición, se puede vislumbrar la idea de abogado. Villoro destaca dos fuentes reales que determinan el contenido de las normas jurídicas: la Justicia y la realidad histórica. Hoy habrá que pensar en la Justicia y la misericordia.

San Ivo, el abogado santo al cual, los juristas de muchos países, tienen como Patrono, nació en la provincia de Bretaña en Francia. Su padre lo envió a estudiar a la Universidad de París, y allí dirigido por famosos profesores de derecho, obtuvo su doctorado como abogado.

Al volver a su tierra natal (Bretaña) fue nombrado juez del tribunal y en el ejercicio de su cargo se dedicó a proteger a los huérfanos, a defender a los más pobres y a administrar la justicia con tal imparcialidad y bondad, que aun aquellos a quienes tenía que decretar castigos, lo seguían amando y estimando.



Su gran bondad le ganó el título de "Abogado de los pobres". “En conclusión, asevera algún autor que desenvuelve el tema, la opción preferencial por lo pobres como actuación de la caridad social y de la solidaridad es la transcripción de una exigencia fundamental de la fe cristiana, que toma conciencia de las nuevas condiciones y formas de la miseria humana.”

San Ivo, no contento con ayudar a los que vivían en su región, se trasladaba a otras provincias a defender a los que no tenían con qué pagar un abogado, y a menudo pagaba los gastos que los pobres tenían que hacer para poder defender sus derechos. Visitaba las cárceles y llevaba regalos a los presos y les hacía gratuitamente memoriales de defensa a los que no podían conseguirse un abogado.

En aquel tiempo los que querían ganar un pleito le llevaban costosos regalos a los jueces. San Ivo no aceptó jamás ni el más pequeño regalo de ninguno de sus clientes, porque no quería dejarse comprar ni inclinarse con parcialidad hacia ninguno.



Cuando le llevaban un pleito, él se esmeraba por tratar de obtener que los dos litigantes arreglaran todo amigablemente en privado, sin tener que hacerlo por medio de demandas públicas. Así obtuvo que muchos litigantes terminaran siendo amigos y se evitaran los grandes gastos que les podían ocasionar los pleitos judiciales.

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