El “#YoSoy132”-Xalapa quebrantó la esencia del Movimiento: ofender a quienes los critican

Señor Director de alcalorpolitico.com

Señor Director.

Buenas tardes, soy un asiduo lector de su página, la cual reconozco como la mejor de nuestro estado.

Tiene una manera de cubrir el periodismo de forma objetiva e imparcial, lo cual le reconozco sinceramente.

Relacionado con el incidente el pasado domingo 16 de septiembre del año en curso, durante el desfile conmemorativo del 202 aniversario de nuestra Independencia, me permito hacerle llegar mi punto de vista, ya que he leído varios comentarios al respecto y quiero, si usted lo permite, presentarle el mío.

Me tocó presenciar el incidente con los jóvenes del movimiento “#YoSoy132” el cual admiro y respeto, pero en su origen, aquí en nuestra “bella” Xalapa, estos jóvenes han roto la esencia del levantamiento de los jóvenes en la ciudad de México y por ellos es que muchos ya dejaron de participar en acciones, que tendrían que obligar a nuestros gobernantes a realizar bien sus funciones.

Hay un sinfín de comentarios, unos a favor y otros en contra, lo que sí es cierto es que tienen todo el derecho de manifestarse, pero no tienen ningún derecho a ofender a quienes difieren de sus creencias.

Están como el Peje, sólo lo que él dice es la verdad y no aceptan otra diferente porque es estar contra ellos y durante el desfile a quien le criticaría su reacción es a Seguridad Pública, porque desde el inicio del desfile debió de impedirles el acceso, porque se la pasaron ofendiendo a ciudadanos que se encontraban disfrutando del desfile.

Incluso a los mismos participantes, de lo cual no tienen ningún derecho y la policía fue muy tardía en sacarlos, de hecho, ya deberían fincarle responsabilidad a quien los alienta a hacerles desmanes a la población que piensa de manera diferente a la de ellos, vea como estamos y a dónde llegaríamos con grupos tan radicales como ellos, Dios nos libre.

Le agradezco la atención a la presente y de decidir publicarla omita mis datos por favor, a estas alturas ya no sabemos de donde nos venga el golpe.

Saludos

Nombre (…)

Teléfono (…)