La empresa fachada denominada Energía Ecorenovable, que operaba la minirrefinería clandestina en Veracruz, no sólo se enfocaba en temas de combustibles, sino que buscaba construir puentes, presas, carreteras y edificios públicos, pero además pretendía producir embutidos, refrescos y bebidas alcohólicas.
La escritura 17725 de la empresa –presentada en junio de 2017 ante el Notario Público 34 en Villahermosa, Tabasco, y a la cual tuvo acceso
El Universal– detalla que la firma también tenía por objeto prestar servicio de autotransporte de carga regular y especial, así como de desechos peligrosos, de instalación de rellenos sanitarios y tratamiento de residuos peligrosos.
En el documento se indica que los accionistas de la empresa eran Ramón Pérez Córdova, Sandra Luz Villegas Abad, Valentina Dionicio García y Jorge Felipe Martínez, y que el capital social de la empresa ascendía a poco más de 19 millones de pesos.
“La sociedad tendrá por objeto (…) realizar obras públicas para el Gobierno Federal, los estatales o municipales y organismos descentralizados, tales como puentes, presas, pavimentaciones, carreteras, edificios públicos y cualesquiera otras que se requieran los servicios públicos. La producción, distribución, comisión, consignación, importación, exportación y comercialización en general de toda clase de productos relacionados con la industria alimenticia, incluyendo los perecederos, lácteos, congelados, frescos, embutidos, carnes, productos del mar y todo tipo de despensas.
“Además de todos los productos de la industria refresquera, jugos, néctares, agua embotellada, bebidas alcohólicas, vinos y licores nacionales y extranjeros”, se detalla en la página 9 del acta.
Se destaca que la empresa también buscaba ofrecer asesorías profesionales en materia de seguridad y ecología, contratación y venta de servicios de personal técnico especializado; estudios y diagnósticos de contaminación; atención de emergencias ambientales, así como saneamiento y restauración de sitios contaminados con hidrocarburos.
También, de desarrollo de tecnología en el uso de energía y cuidado del medio ambiente, tratamiento de aguas servidas y potables, y eficientización del uso de la energía.
Energía ecorrenovable
Además, buscaba ofrecer el servicio de inspección para supervisión y mantenimiento a gasolinerías, plantas de almacenamiento y distribución de líquidos inflamables. “Llevar a cabo los estudios, proyectos, presupuestos, diseños, planos y demás actos preparatorios que se requieran para realizar los fines anteriores”.
Socios
En la página 3 del acta se indica que la empresa tenía como accionistas a Ramón Pérez Córdova, Sandra Luz Villegas Abad, Valentina Dionicio García y Jorge Felipe Martínez. El documento detalla que el capital social de la empresa en ese entonces ascendía a poco más de 19 millones de pesos.
El Universal reveló este martes que desde agosto de 2019, es decir, hace 6 años, Energía Ecorenovable, la empresa fachada que operaba como una planta de tratamiento de residuos industriales, comenzó la destrucción de gran cantidad de árboles y vegetación para construir la minirrefinería.
En una revisión realizada por este diario a imágenes de la plataforma Google Maps, se constató que en agosto de 2017 el terreno donde se encuentra esta planta ilegal estaba lleno de árboles frondosos y arbustos, colindante con la carretera Coatzacoalcos-Villahermosa.
Pero en agosto de 2019, en el mismo lugar, varios de estos árboles ya no existían y en su lugar aparecía un terreno con presencia de camiones y mobiliario industrial.
“El Gran Diario de México” también reveló que por talar ilegalmente árboles y vegetación para construir la minirrefinería, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente clausuró el inmueble el pasado 25 de marzo; sin embargo, la planta ilegal continuó operaciones pese a la multa impuesta por casi un millón de pesos y promovió un recurso de revisión para impugnar la decisión de la dependencia.