En la guerra contra el COVID, “los médicos se han ganado el cielo”

Este Día del Médico, la Arquidiócesis de Xalapa reconoció la gran labor de los trabajadores de la salud ante la pandemia de COVID-19 y pidió por el eterno descanso de los médicos que fallecieron a causa del virus en la Capital del Estado.

Con fotografías de los médicos, enfermeras, enfermeros y demás trabajadores fallecidos por COVID-19 en el Centro de Alta Especialidad (CAE) "Dr. Rafael Lucio", el obispo auxiliar de Xalapa, José Rafael Palma, destacó que la vocación de los trabajadores de la salud es la que los pone en riesgo.

“Pedimos por el doctor Victor Rivera, por el doctor Jorge Enrique Matus, Juan Alfredo Camacho, por el doctor Luis Jorge Oviedo, la enfermera Paquita Herrera, el camillero Jesús Sosa y la doctora Gabriela Contreras. Pedimos por todos ellos y por todos los que se han encomendado a nuestra oración”.



El Obispo destacó la encomienda que realiza el padre José Luis Alvarado Jácome, pues también es médico de profesión. Además, consideró que ser médico es una profesión de Dios, ya que no todos cuentan con las aptitudes de desempeñar dicha vocación.

“El médico tiene dos dimensiones, es una profesión, una preparación de mucha calidad pero al mismo tiempo es una elección de Dios, porque no todos pueden, ni todo quieren o tienen las mismas aptitudes. La vocación del médico que es elegido por Dios, tiene una tarea importante”.

Lamentó que este año, debido a la pandemia, se ha tomado una mayor conciencia del riesgo que el personal de la salud presenta, aunque dijo, el peligro siempre ha estado para esta profesión.



“Todos hemos necesitado del apoyo profesional de nuestros médicos. Los sacerdotes tenemos una vocación semejante a la del médico, porque nos toca también ayudar a las personas que traen la conciencia cargada, entristecida o a veces enferma”.

Por su parte, el padre José Luis Alvarado Jácome señaló que muchas personas reclaman el trabajo de los médicos.

“Me da mucho coraje cuando la gente empieza a reclamar pero pues yo que viví el esfuerzo, la angustia, la desesperación, las limitaciones que tenemos como doctores. Reconozco la labor que hacen los médicos y si esta labor la ponemos desde el plano religioso, los médicos se han ganado el cielo cuando ayudan a una persona”, finalizó.