En Teocelo cientos de feligreses despiden al hermano Odilón del Monasterio de Texín

El pasado 9 de los corrientes el Monje del Monasterio Benedictino, ubicado en la comunidad de Texín municipio de Teocelo, a donde muchos fieles acuden cada semana a las "misas de Sanación", Jorge Hernández Matali de 26 años, conocido como el hermano Odilón, perdió la vida al ahogarse en las aguas del Río Sordo que atraviesa cerca de la citada comunidad cuando se metió a bañar al río, en compañía de su familia que había venido a visitarlo, pues había sido ordenado sacerdote recientemente. El hermano Odilón era muy apreciado por la gente de este municipio y zonas aledañas, por ser un joven muy positivo y humano con los feligreses.

El pasado jueves 9 de los corrientes el Monge Jorge Hernández Matali de 26 años de edad, acudió en compañía de su familia a un día de campo al Río Sordo.

Fue a la altura de la poza conocida como “Las Peñas” donde acamparon y estuvieron divirtiéndose un buen rato, pero al Monje Jorge Hernández, se le ocurrió meterse a bañar al río, cuando fue arrastrado por una corriente de agua que lo sumergió, ahogándose. Nadie de los lugareños o visitantes previó el fenómeno de estos días de lluvia en que los ríos aumentan de repente su caudal.

Tras varios horas de búsqueda por parte del equipo de buzos de Seguridad Pública, el cuerpo del Monje Jorge Hernández, conocido en la comunidad como el hermano Odilón, fue rescatado y su cuerpo depositado posteriormente en el Monasterio.

Cabe mencionar que las festividades del santo patrono del monasterio “San Benito”, fueron suspendidas, para llevar a cabo la celebraciones de despedida del hermano Odilón, quien al gozar del afecto de los vecinos de este municipio, motivó que muchas personas muy conmovidas asistieran a su funeral, pero además, su cuerpo fue depositado en la misma tumba que antes ocupó la "Madre Águeda Gallegos", aquella monja del Colegio Vasco de Quiroga, de aquí de Teocelo, quien fue de excursión con las alumnas y otras religiosas, precisamente al mismo río y murió ahogada cuando intentó salvar a la alumna Silvia, pero perecieron las dos.

La historia que todos los habitantes de este municipio conocen, es que la niña estaba junto al río y se le fue un zapato al río y al querer recuperarlo, la jaló la corriente; inmediatamente se lanzó al agua la Madre Águeda, pero como lo hizo con los hábitos puestos, murió ahogada junto con la niña. El acto de heroísmo de la religiosa ha sido siempre un motivo de orgullo y veneración por parte de los teocelanos, a tal grado que con los años, los restos tanto de la monja como de la niña fueron trasladados al atrio de la Parroquia de este lugar, donde está colocada la historia del hecho y la fecha en qué ocurrió.

A ello se debe el significado de que el cuerpo del Hermano Odilón, haya sido colocado ahora en la misma tumba que se había conservado vacía por veneración de la gente.