Entregan Medalla “Paco Píldora” al historiador Horacio Guadarrama Olivera

Este miércoles 15 de febrero a las 18:00 horas, el historiador Horacio Guadarrama Olivera, investigador del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la Universidad Veracruzana, recibe en la sede del IVEC la medalla Francisco Rivera Ávila “Paco Píldora”, la cual reconoce a hombres y mujeres que desde diversos ámbitos, se han destacado en el rescate, difusión y promoción de la cultura popular.

El Dr. Horacio Guadarrama Olivera es licenciado en Historia por la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa y candidato a Doctor en Historia Contemporánea por laUniversidad del País Vasco. Su línea de investigación es “El puerto de Veracruz en los años veinte: una historia cultural.

Para alcalorpolitico.com, a propósito de la entrega de la medalla comenta que le cayó de sorpresa saber que fue elegido para recibir la medalla, lo que considera un honor inmerecido, sobre todo por pensar que el perfil de la gente que recibe estos premios, más que estudiosos de la cultura popular, eran personajes de la cultura popular, por el origen de este reconocimiento, el cual ha sido dado a personas realmente inmersos en ella, más que aquellos que ven la cultura popular desde afuera.

Esto lo lleva a la reflexión de que a lo mejor debería haber dos vertientes: la gente que ha sido parte integral de la cultura popular, como personajes o como impulsora desde la sociedad civil, o gente, no necesariamente porteña, pero que estuvo muy metida en la ciudad y que le permite conocer al Veracruz profundo
Apoya su idea en el recuerdo que guarda de quien da nombre a la medalla, ya que “Paco Píldora”, cumplía las dos facetas: por un lado era un personaje mismo de la cultura popular, se movía mucho en el ámbito del carnaval, pero también era una persona muy crítica hacia el poder a través de sus versos. Un hombre coherente en su pensar y hacer, con una actitud crítica hacia el poder, que nunca se dejó acariciar por los poderos, manteniendo con ellos siempre una sana distancia; lo cual se podría comprobar en la vida que llevó hasta el final de su días.

Sin lugar a duda afirma que este personaje cumplía las dos facetas, ya que se movía como pez en el agua en el carnaval, él mismo se disfrazaba con su grupo de amigos; y por otro lado era como la conciencia del Puerto: “Celebro el reconocimiento a este personaje, no solamente porque era parte de la fiesta más importante del Puerto, sino porque realmente sus décimas y su trabajo como poeta es muy importante.

Sin embargo, -puntualizó- si realmente se quiere reconocer la figura de don Paco, hay que reeditar sus obras, no solamente las que ya están editadas, y hacer unas ediciones más dignas, porque fuera de la primera edición de su libro “La cumbancha” las otras han sido muy modestas. Hay que compilar todo ese trabajo y difundirlo, porque las generaciones actuales ya no lo conocen: “¡creo que una forma de reconocer sus trabajos es rescatar su legado, difundirlo!, proyectarlo”, enfatizó.

Más aún, sentenció, no hay que acordarse nada más de los personajes de la cultura popular cuando es políticamente correcto, la cultura toda, pero en particular la cultura popular no está apoyada como se merece, la cultura debería ser el centro de la praxis política de los gobiernos. El estado debería invertir más en la cultura, no se pueden hacer cosas importantes si no hay una inversión en cultura; si se invierte más en la cultura todos saldremos ganando: “hay que dignificar a los artistas populares que al final de su vida se encuentran pobres, sin dinero para comer o curarse de una enfermedad, sobre todo cuando ya no pueden trabajar, habría que darles un apoyo permanente, no nada más en ciertas fechas.

Por último comparte la idea de que la medalla debe servir también para reflexionar sobre todas estas cosas, ya que no todo es felicidad, pues un país sin apoyo para el desarrollo de las culturas está condenado al rezago y la marginación: “desde las políticas culturales, para dignificar al Veracruz profundo deberían impulsar más la música tradicional como el son jarocho, el son montuno, la música huasteca; pero no sólo grabando su música o haciendo festivales, hay que enseñarla a los niños y jóvenes estudiantes de educación básica.