Excesivo consumo de alcohol en San Andrés Tuxtla genera violencia y propicia suicidios

En el presente año, las cifras de violencia intrafamiliar, que van desde el maltrato físico, mental y hasta sexual, se dispararán en forma alarmante a lo largo y ancho del municipio. Los índices de suicidios también.

Lo grave y delicado del asunto es que hasta jovencitos han participado en esta “danza de la muerte” al escapar por la puerta falsa, presuntamente agobiados por problemas familiares, decepciones amorosas o por el excesivo consumo de alcohol.

Las desviaciones sexuales, el cruce de drogas y alcohol hoy en día también están de manifiesto.

De acuerdo a cifras reveladas por autoridades ministeriales y judiciales, en estos últimos 8 meses se han registrado 12 suicidios, entre hombres y mujeres, adultos y menores de edad, entre ellos, dos estudiantes del nivel secundario.

Los homicidios son cuatro y las personas lesionadas con armas blancas, cuellos de botella o de fuego suman algo así como 100. Todo esto provocado por el consumo excesivo de alcohol y drogas.

En esta ocasión no revelaremos nombres, características, ni direcciones, mucho menos detalles de los protagonistas de espeluznantes cuadros criminalísticos, con tal de no abrir las heridas entre sus familiares.

Tras las autopsias practicadas por médicos legislas de éste Distrito Judicial ha quedado demostrado lo anterior.

Y no nos estamos refiriendo a las cervezas, ni ningún tipo de licor de marcas registradas que usted o yo podemos consumir, no, se trata de algo más grave y delicado, es el consumo de alcohol de 96 grados, es decir alcohol industrializado que con la mezcla de marihuana, pastillas psicotrópicas y o la llamada “piedra” que no es otra cosa más que el derivado corriente de la cocaína, está propiciando todo éste cuadro desolador.

En cada colonia, en cada barrio y comunidad la gente sabe donde están esas “piqueras” o las “tienditas” que surten de alcohol y drogas a la población.

Urge pues, que en acciones conjuntas las diversas autoridades y corporaciones policíacas hagan algo al respecto.

Por lo tanto ya el Inspector General de la Policía José Alberto Villegas ha puesto interés en el tema.

Ha girado instrucciones precisas a todos sus elementos para que en los diversos antros de vicio y prostitución que existen en el municipio, los parroquianos sean revisados corporalmente en forma minuciosa para detectar algún tipo de armas o drogas, tal y como también lo hacen los oficiales de Seguridad Pública al frente de Diego Manuel Lara Hernández.

Ojalá y ha estas acciones se sumen los pocos elementos de la Agencia Federal de Investigaciones y no solamente se dediquen a “intimidar” a los vendedores de productos piratas que han inundado la zona.