Excustodio en Jalacingo pide al Gobernador intervenga en juicio ilegal contra él

C. Doctor Javier Duarte de Ochoa
Gobernador del estado de Veracruz

De Ignacio de la Llave.

P r e s e n t e

Por este medio, me dirijo a usted para solicitarle desesperadamente su intervención y ayuda, por el motivo de que mi libertad ha sido limitada por las autoridades del estado, pues han realizado un juicio injusto en mi contra, imputándome el delito de tortura, en el caso 79/2010 del distrito judicial de Jalacingo.

Mi nombre es Francisco Viveros Ortega y me desempeñaba como custodio en el Ce. Re. So “Pericles Namorado Urrutia”, ubicado en Cerro de León municipio de Villa Aldama, a continuación le narro lo sucedido:

El día 27 de junio de 2009 a las 8:00 horas al retirarme de mis labores, (se laboraba 24 horas, se descansaban 48 horas) fui privado de mi libertad junto con dos custodios más, golpeado y robado por parte de un grupo de la D.G.P.R.S del estado, golpeando también a varios internos, argumentando que iban a hacer una requisa, después de tenerme aproximadamente nueve horas hincado y desnudo en la zona de aduanas dentro de los cubículos de revisión de personas, sufriendo maltrato físico y psicológico, me dejaron en libertad.

Al sufrir todo esto la mejor opción, a mi parecer, fue unos días después ir a renunciar y no hablar más del tema por temor a represalias; lo peor ocurrió unas semanas después al ser notificado para ir a presentar mi declaración por una denuncia en mi contra, la cual fue interpuesta por el interno Carlos Alberto Costales Quijano quien fue torturado y a mí me tenían señalado como probable responsable junto con otros custodios, siendo que en los horarios que da el interno estaba hincado en el área de aduanas, por parte del grupo antes mencionado , área a la cual no tienen acceso los internos.

Algunos meses después fui detenido y llevado al Ce. Re. So de Jalacingo, el juez me dio mi libertad después de haber estado en calidad de interno por una semana, pero apeló la fiscal, dictándome auto de formal prisión el Supremo Tribunal del Estado; al ampararme fui vilmente engañado por el licenciado que llevaba mi caso, debido a que no formuló bien el amparo y cuando no me lo otorgaron no interpuso los recursos necesarios.

El caso tiene muchas irregularidades: contradicciones en las declaraciones del quejoso, en el Ce. Re. So había circuito cerrado y nunca fueron presentados los videos, los peritos declaran que no existen rasgos de tortura y aun así siguen las autoridades culpándome.

Le pido su intervención para que sea bien investigado el caso, me otorguen mi libertad y sean castigados los verdaderos culpables del delito de tortura en contra del interno y del cometido en mi agravio.

Sin más por el momento me despido, enviándole un cordial saludo y esperando su pronta y favorable respuesta

A t e n t a m e n t e

Francisco Viveros Ortega

Teléfonos celulares: (…)