Extrabajadores de SAS amargan informe de Ramón Poo; burlan preparativos de seguridad

Una logistica de ataque perfectamente planeado montaron los trabajadores del extinto Sistema de Agua y Saneamiento (SAS) Metropolitano previo al tercer informe de gobierno del alcalde Ramón Poo y echaron abajo dos semanas de preparativos policiacos que precisamente tenían como prioridad evitar este incidente.

El parque Zamora fue el punto de reunión, justo donde se ubica la famosa y recordada nevería Yucatan, donde presuntamente escondieron los grandes lienzos de tres por dos metros que exponían "¡No a la privatización! y ¡Modelo de privatización es una injusticia!".

Cerca de las 17:40 de la tarde comenzaron el ataque y habiéndose confundido previamente con los seccionales priístas "acarreados" al evento, llenándose de valor y como si fueran a su última batalla en busca de libertad y justicia, embistieron rumbo a la sede del informe; al grito de “¡Aquí estamos y no somos acarreados!, ¡Rata Poo!”, y un sin fin de insultos hacia el presidente municipal y su familia señalaron, “¡ya te va a llegar tu hora como a Javier Duarte, por eso se acabó el PRI!”, al tiempo que bloqueaban la calle Canal y movilizaron a los tránsitos municipales que extendieron el cinturón de seguridad.



Como en una premier de cine, con su alfombra roja, los rijosos hicieron pasillo a los invitados al informe, pero en esta ocasión, tanto funcionarios municipales, amigos, empresarios y simpatizantes partidistas fueron recibidos al unísono como “¡Borregos!”.

El hermano del Alcalde, Gerardo Poo, quien iba acompañado por su esposa, volteo la vista y simuló ver calzado en la zapatería que se ubica a un costado, apretó la mano de su mujer y apresuró el paso; caso diferente el del empresario Antonio Hanna, quien sin reparo alguno alzó la cara y siguió su camino.

El reclamo de los exempleados del mantenimiento del agua en el municipio retrasó el evento y evitó que su transmisión por internet comenzara puntualmente a las 18:00 horas.



Tenso se tornó el ambiente cuando a la llegada del exdiputado federal y actual director de Desarrollo Social en Boca del Río, Humberto Alonso Morelli, los reporteros intentaron entrevistarle y fueron arrollados por hombres y mujeres manifestantes que se acercaron a gritarle que le llevara el mensaje al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.

Irónico resultó que los exsindicalizados del SAS que en algún momento vanagloriaron al PRI y fueron participes de numerosas campañas políticas, además de ser beneficiados por los exdirectores del SAS, todos priístas, quienes les arreglaron jugosos bonos y canastas navideñas de casi 15 mil pesos, hoy, gritan “estamos con Miguel Ángel (Yunes Linares), que se acabe el PRI”.

Dentro y en un teatro lleno, se desarrollaba ya el tercer Informe de Gobierno del Alcalde, algo que parecía la lectura de cualquier salmo en misa, pues se notaba un silencio fúnebre e incluso algunos invitados cabeceaban y bostezaban.



Tarde, pero seguro, llegó presidente municipal boqueño, que fue reciproco a la invitación, como lo hiciera Poo Gil apenas una semana antes en el World Trade Center.

Como era de esperarse, se tomó su tiempo para dejarle un mensaje a los exsindicalizados del SAS, quienes continuaban manifestándose, ya unos metros más adelante y quiso justificar la creación del multicuestionado en redes sociales Grupo MAS.

"No voy a negar que ha sido un proceso difícil, ustedes inclusive en la entrada se pudieron haber dado cuenta. Enfrentamos intereses distintos de un pequeño grupo, pero siempre puse como prioridad el beneficio colectivo de toda la ciudadanía", remató.



Cuando llegó al tema deportivo, anunció por millonésima vez que ya va a rehabilitar la Unidad Deportiva Fernando Pazos Sosa (parque España), algo que prometió desde septiembre del 2014.

El resto del discurso transcurrió sin sobresaltos o interés siquiera de los pocos aplaudidores que llegaron de las colonias, tan incoloro el informe que este año estuvieron ausentes las pancartas de aliento al munícipe y fueron casi nulas las porras y palabras de aliento.

El espectáculo se dio a las afueras del recinto sede, pues de manera estratégica los sindicalizados colocaron elementos en las tres salidas conocidas del teatro, mientras otros custodiaban las alcantarillas, pues aseguraban que una "rata" de su tamaño se les podría escapar por ahí.



Durante casi una hora los guardaespaldas del Alcalde y el director de Protección Ciudadana y Vialidad, Germán García Contreras, prepararon la estrategia de escape, y al más puro estilo del emperador romano Julio Cesar, o de los mejores entrenadores en jefe del futbol americano, llevaron a cabo una acción de engaño que dejó sorprendidos a todos, pues en segundo sacaron Poo Gil por la calle 5 de Mayo en una patrulla de la Policía Naval.

Aunque el Alcalde intentó subirse a la batea de la patrulla, fue dirigido rápidamente a la cabina trasera, en compañía de su guarura, para salir al de manera furiosa del lugar.

Engañados, y después de haber caído en la trampa, los extrabajadores del SAS se pusieron violentos y aventaron algunas vallas que resguardaban el perímetro. Al final, Ramón Poo logró la escapada ideal, al estilo de los grandes ilusionistas como, Harry Houdini.