Falta de estudio de impacto ambiental frena asfaltado de carretera, en Álamo

Pese a las gestiones realizadas desde hace más de 3 años, el proyecto de asfaltado de la carretera Tincontlán-La Camelia permanece detenido, ahora por la falta del estudio de impacto ambiental exigido por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).

El presidente del comité de obra, Lázaro Bustos Martínez, residente de la comunidad Josefa Ortiz de Domínguez, señaló que el avance del proyecto se ha frenado debido a que la SICT les ha informado que no cuenta actualmente con los recursos para financiar dicho estudio.

La carretera, de 21 kilómetros y en condiciones precarias de terracería, conecta a 14 comunidades y enlaza a más de 8 mil habitantes de localidades como Tincontlán, Agua Zarca, Adolfo López Mateos, Venustiano Carranza, Héroes del 47, Josefa Ortiz de Domínguez, La Mina, Tablones, Paso del Perro y La Camelia, entre otras.



Bustos Martínez refirió que el Instituto Tecnológico Superior de Álamo Temapache (ITSAT), con sede en Xoyotitla, ha ofrecido su respaldo para elaborar el estudio de impacto ambiental. Sin embargo, aún se requiere cubrir el costo del trámite ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), lo que ha generado un nuevo obstáculo.

“El costo exacto aún no se determina, porque el estudio incluye 3 tipos de impacto y su valor depende de lo que SEMARNAT vaya solicitando conforme se avanza en el trabajo”, explicó. Hasta el momento, se han mencionado 3 posibles montos: $18,000, $46,000 y $139,000, siendo este último el que probablemente aplique, según estimaciones del equipo técnico.

Para ello, representantes de las comunidades sostuvieron una reunión con el objetivo de definir cómo cubrir el pago, considerando que no todas las localidades están en condiciones de aportar.



“Si no logramos reunir lo necesario, no nos queda más que seguir esperando a que la SICT tenga recursos y pueda continuar el proyecto”, advirtió el presidente del comité.

La mejora de la carretera ha sido solicitada desde enero de 2022. La primera etapa, correspondiente a un tramo de 13 kilómetros, fue licitada por la SICT en mayo de 2023, pero desde entonces los avances han sido mínimos.

Mientras tanto, las comunidades continúan a la espera de una solución concreta, conscientes de que sin el estudio de impacto ambiental no podrá avanzar una obra que consideran vital para su desarrollo.