Familiares denuncian irregularidades en detención de las 8 personas en Orizaba

El ingreso de hombres enmascarados al estudio de tatuajes en Orizaba, en donde sometieron y golpearon a los jóvenes detenidos y al adulto, es como se llevó a cabo la privación de libertad de al menos seis personas de las ocho que hoy son acusadas de ultrajes a la autoridad.

Familiares de estas personas que permanecen ante el penal de Amatlán de los Reyes relataron que a través de lo que les comentaron sus seres queridos pudieron conocer que en un inicio se encontraba Adriana Isabel, de 22 años, haciéndose un tatuaje en el estudio de Madero Norte, en Orizaba, cuando tocaron a la puerta y el tatuador, José Rogelio, de 35 años, se asomó, pero no vio a nadie.

Sin embargo, volvieron a tocar y entonces José Rogelio salió. Cuando regresó era porque había sido sometido por sujetos que iban cubiertos de la cara, mientras que Adriana Isabel fue tirada al piso, golpeada y jalada de los cabellos por esos hombres.



En ese momento subieron tres chicos: Moisés, de 17 años; Raúl, de 19, y una chica de nombre Itzel. También fueron sometidos. Raúl tenía agendada una cita con el tatuador.

Ahí llegó también Gonzalo, de 64 años, él sólo iba a entregar comida al establecimiento. También fue sometido y privado de su libertad.

De esos hechos, afirman los familiares, hay evidencia con videos y testimonios.



Fue ahí que empezó el viacrucis de los familiares, quienes no se conocían entre ellos como tampoco entre los jóvenes.

Por separado, peregrinaron a fiscalías, dependencias, en ningún lugar les daban razón de sus seres queridos, por ello se emitieron las fichas de su desaparición que fueron difundidas en redes sociales.

Al día siguiente fue cuando supieron que estaban vivos, pero detenidos sin saber siquiera por qué delito.



Hoy ya saben que es por ultrajes a la autoridad y exigen la libertad de los siete que permanecen detenidos y se ratifique su inocencia, ya que el menor de edad fue liberado