GAC ofrece la exposición Maestros oaxaqueños del IAGO

Inaugurada el fin de semana anterior, en la Galería de Arte Contemporánea, la muestra plástica Maestros oaxaqueños del IAGOpresenta obras de catorce artistas, cuyo elemento en común es que sus raíces se encuentran en Oaxaca.

Todas las obras expuestas forman parte del acervo del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), muestra enriquecida con obras pertenecientes a coleccionistas particulares y artistas, lo que permite que abarque una amplia gama de temas y estilos que demuestran una sensibilidad exclusiva de Oaxaca, "lugar en el que las artes toman forma vibrantey colorida y donde el arte gráfico se ha convertido en un fenómeno visual impresionante."



La muestra comienza con una pieza de Rufino Tamayo (1899-1991), de los primeros artistas, en México, en explorar la abstracción figurativa, basada en el modernismo internacional y su apreciación del arte prehispánico.

Al recorrer la exposición, uno entiende el porqué también es posible hablar de un "estilo oaxaqueño", un tipo de lenguaje visual del arte contemporáneo, que hace referencia a las distintas culturas del Estado de Oaxaca.

Estas obras son ricas en color, con significados distintos y se caracterizan por un fuerte contenido narrativo, mitológico y simbólico. Como ejemplo están los grabados de Rodolfo Morales, Juan Alcázar o Enrique Flores, cuyas piezas entran en esta categoría.



Rodolfo Morales (1925-2001) vivió y trabajó en Ocotlán, cerca de Oaxaca, y basó sus imágenes en el folklor, las personas y los lugares de allí. Juan Alcázar (1955-2013), un gran enseñante, también trabajó en este estilo mágico-realista, con un dominio de las técnicas gráficas. Enrique Flores (1963), de Huitzo, un lugar también cercano de la ciudad de Oaxaca, hace imágenes coloridas y poéticas, que continúan la tradición de representar temas oaxaqueños.

Otro artista, seducido por los parajes oaxaqueños, es Shinzaburo Takeda (1935), artista japonés enfocado en las culturas indígenas de la región, dedicado a la instrucción de generaciones de jóvenes grabadores, en la Escuela de Bellas Artes, de la Universidad Autónoma de Benito Juárez de Oaxaca (UABJO).

Sin duda, la exposición es muy completa, pues integra la obra de artistas que se distinguen por su contemporaneidad. Uno de los más reconocidos de México es Francisco Toledo (1940), pintor inmerso en la cultura oaxaqueña y fundador de varias instituciones culturales en ese Estado, incluyendo, por supuesto, el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca.



Las imágenes de Toledo se basan en las realidades mexicanas, como ejemplo nos indican que las estampas presentadas en la exposición, están enfocadas al terremoto del 2017, que devastó la ciudad de Juchitán, su tierra de origen.

Las impresiones de Alejandro Santiago (1964-2013) incluyen figuras animadas y expresionistas, así como la obra del pintor Sergio Hernández (1957) recrea un mundo parecido a un circo, en las impresiones que se ven aquí, incluyen un enorme grabado en madera estampado a dos tintas.

Las imágenes de Guillermo Olguín (1969) sugieren una conexión con los sueños y el inconsciente. La exposición termina con Demián Flores, cuyas estampas son las más posmodernas de la exposición, combinando la cultura popular y las imágenes prehispánicas para cuestionar la identidad de la sociedad mexicana contemporánea.



Antes de la apertura, se ofreció un tour para recorrer la exposición, con la asesoría del historiador Daniel Brena, director del Centro de las Artes de San Agustín (CaSa) y de Santiago Pérez Garci, curador y director de la Pinacoteca Diego Rivera, lo que permitió conocer el trabajo de estos artistas, cuyas obras fueron agrupadas por tendencias estilísticas.

Nos comentó la periodista Araceli Batalla que la atinada idea de recorrer la muestra, con tan profesinales guías, corresponde a Silvia Alejandre, titular del Instituto Veracruzano de la Cultura.