Hoy la gente está sometida al “nuevo esclavismo” de los medios electrónicos, reprocha sacerdote

En ausencia del Arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, quien viajó a Roma, el Vicario Parroquial, Luciano Conde Hernández,

comentó que vivimos en un mundo individualista en el que no nos importa los problemas de los demás, la gente se vuelve egoísta.

"Cada quién se aísla en su propio mundo y no le importa lo que pasa a su alrededor, no solamente los bienes materiales o los desenfrenos de los placeres nos atrapan y nos esclavizan, hoy creo que también hay una nueva esclavitud y son esos medios electrónicos".

Dijo que con las nuevas tecnologías se comparte la misma mesa pero cada quien en su mundo "están clavados en esos aparatos electrónicos".

Y es que reclamo que los jóvenes prefieren estar mandando mensajes y viendo "tonterías" en su celular y eso los aísla y limita para relacionarse con los demás, es por el que es necesario educar los valores y virtudes, principalmente la generosidad.

"Debemos cultivar las virtudes y sembrar en los jóvenes estas, que nos hacen compartir el dolor ajeno".
Insistió en que debemos buscar nuevas formar de buscar la generosidad y el compartir para que los jóvenes de ahora no crezca con indiferencia y egoísmo.

"Debemos enseñar a vivir en la templanza, moderar nuestras pasiones y apetitos, también significa dejar algo para los demás".

Exhortó a los padres de familia a inculcar el ejemplo de la templanza y la generosidad para que los hijos de hoy en día aprendan.

Mencionó que muchas veces la vida del hombre se vuelve vacía y sin sentido por la velocidad en que hoy vive, pues no le da tiempo de nada, es por ello que la palabra de dios debe resonar en los corazones para no perder la Paz.

Dijo que el ser humano hoy en día no ha perdido La Paz, más bien no la ha encontrado debido a que la ha buscado en el lugar equivocado y es que el ser humano piensa que los placeres del mundo y la materialidad de las cosas va encontrar ahí la plenitud, la felicidad y alegría que tanto desea, pero no es así.

"Los placeres de este mundo, la materialidad de las cosas finalmente pueden darnos cierta alegría, pero es una alegría demasiado efímera, muy pasajera, nos tarda poco, por eso el ser humano se va vaciando y va experimentando frustración en su propia vida,

es importante entonces que el ser humano encuentre el rumbo, encuentre el camino correcto".

Explicó que si el hombre expulsa a dios de su vida entonces su destino va a ser la frustración y la soledad, pero si lo incluye será totalmente pleno.