Injusto que el Poder Judicial no galardone a todos los magistrados y jueces

Trabajadores del Poder Judicial y familiares cercanos de algunos ex trabajadores se quejaron por el galardón que el Consejo de la Judicatura entregó a la magistrada Sara Hilda Beltrán Ramos, por 50 años de servicio dentro del Poder Judicial en Veracruz.

Uno de los inconformes, que habló bajo condición de anonimato, lamentó que a muchos magistrados, jueces, secretarios y oficiales que cumplieron 50 años de servicio, jamás se les haya otorgado un reconocimiento.

“Son personas que se destacaron por su honorabilidad tanto en su vida pública como en la privada”.



Aunque no quiso entrar en polémica, el entrevistado consideró que el reconocimiento que se le dio a Beltrán Ramos, quizá se deba a que es prima de un exgobernador de Veracruz.

Peor aún, dijo que algo que no estuvo correcto es que muchos de esos trabajadores que entregaron su vida al Poder Judicial hasta les demoraron su jubilación, a algunos entre nueve meses y un año.

La lista es larga, pues entre los magistrados que no recibieron reconocimiento están: Mario Gutiérrez Calderón, Cruz Velazco, Teresita Álvarez de Santés, Salvador Bouzas Guillaumín, Víctor Manuel Hernández Flores, Jorge Hernández Escobar, Joel Amaro Serdán y Gertrudis Miranda, todos ellos finados.



Además de Hugo Montero, Ángel Jaime Fernández Torea, Zenén Loeza Guevara, Luis González Gutiérrez y Miguel Nava Oyarzabal.

Tampoco recibieron reconocimientos los jueces Guillermo Vargas Hernández, Adalberto López Pozos, Juana Sagredo Luna, Valentín Bolaños Leal, María Eugenia Edith Arriola Ortiz, Estela Vázquez Lara, Roberto Paredes Sánchez, Uriel Domínguez Colío y Cecilia Vidal Acosta.

“Mi padre fue juez mucho tiempo y nunca recibió un reconocimiento. Inclusive, después que se jubiló le demoraron su pensión nueve meses”, dijo la hija de uno de los jueces jubilados que laboró dentro del Poder Judicial más de 50 años.



Inclusive, hubo oficiales administrativos que eran conocidos cariñosamente con los diminutivos de doña Emmita, don Enrique, don Héctor y la “Pillina”, que dedicaron su vida a la institución con verdadera vocación y que representaron al Poder Judicial con lealtad y honorabilidad.

“Queda en el ambiente esa inconformidad, de por qué no hay justicia para todos. Esta gente era honorable y jamás recibieron un reconocimiento”, agregó.