Instituto Down Xalapa enseña a jóvenes oficios que les dan autonomía y desarrollo

Lavar la ropa, doblarla, acomodarla; amasar la masa, cortar un pan, colocar una charola, pueden parecer actividades sin ninguna complejidad; no obstante, para Joan, Rosita y Dora, jóvenes con Síndrome de Down, es un logro que día a día los motiva para superarse.

Ellos son jóvenes que acuden al Instituto Down Xalapa, ubicado en la calle Primavera 12, en el fraccionamiento Los Ángeles de la capital. Ahí acuden diariamente no sólo para convivir con otros jóvenes, sino para aprender un oficio que les permita ser independientes como parte de sus actividades de inclusión social.

Joan José Olivo Méndez tiene 13 años y Catalina Méndez, su madre, explica que han tenido que enfrentar a la sociedad, no sólo por el rechazo, sino por la discriminación.

Joan está en la panadería Volo-vawn, donde aprendió a elaborar pan. Su madre dice que ha aprendido a picar, a rayar, incluso a guisar. Ellos viven cerca del Ingenio La Concepción, Jilotepec, y el camino para llegar inicia en la madrugada.

Sin embargo, Catalina dice que vale la pena el esfuerzo, ya que su evolución ha sido destacada.

“La sociedad trata a las personas con Síndrome de Down como si fueran anormales, un problema que va a ser casi imposible superar”.

Por su parte, Erika Jiménez Martínez, encargada de la capacitación en la Lavandería Chipauak, señaló que para determinar dónde será más apropiado incluir a los jóvenes para su desarrollo, se les hace un análisis.

De ese modo no sólo contribuyen a potencializar sus habilidades sino que les permite reconocerse capaces de ser autosuficientes.

“Para ellos significa un gran apoyo; por un lado está el asunto económico que reciben, pero sobre todo, les da la oportunidad de sentirse útiles, de integrarse formalmente a un trabajo con responsabilidades y horarios”.

Desde los 15 hasta los 22 años, los jóvenes pueden participar en las actividades de los centros de inclusión laboral del Instituto.

Dijo que son jóvenes destacados y merecen todo el respeto de la sociedad.

“Es uno de los trabajos que mejor desempeñan ellos porque una vez que tienen la capacidad en las manos para ellos es fácil doblar y abotonar, además de que esta capacitación les puede servir en la vida diaria”, reiteró.

Finalmente reconoció que estos jóvenes se sienten felices cuando ven los logros no sólo en sus labores, sino en cuanto al reconocimiento de la sociedad. Para mayores informes pueden marcar al (228)8180650.