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Sección: Estado de Veracruz

Joven pozarricense sostiene sus estudios bailando son jarocho en la calle

Ángel zapatea en el centro de la ciudad al estilo urbano después de sus clases de danza y en el “Tec de Poza Rica”

Lidia López Poza Rica, Ver. 02/02/2020

alcalorpolitico.com


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En calles del centro de Poza Rica, un joven bailador practica el zapateado del son jarocho y aunque no sea del agrado a los oídos de locatarios del mercado principal que le han corrido, su objetivo es seguir contando con el apoyo de su público para pagar sus estudios.

Ángel Alberto Hidalgo Pérez es vecino de la colonia Anáhuac, tiene 19 años de edad y estudia el segundo semestre de la carrera de ingeniería de Gestoría Empresarial en el Instituto Tecnológico Superior de Poza Rica y gracias al zapateado, al ritmo del son jarocho, puede sostener sus estudios.

“Es algo loco, a mí no me gustaba bailar zapateado. No me gustaba para nada, lo veía algo aburrido, pero cuando estaba en el bachillerato me dieron una beca por bailar y entre a la escuela ‘Luz y Sombra’, con Jorge Casados. Entré, no me gustaba, pero vi que los pasos eran fáciles y se me fue dando el gusto y la pasión, lo hago con mucho amor. Sé que bailo serio, pero por dentro le siento un amor muy grande”.



Ángel es un joven alto, con guayabera en rojo vivo y largas piernas que se dejan visibles bajo el tono azul mezclilla que utiliza para bailar, acompañado de sus botas negras, su bocina y su celular. Ocupa las aceras de la avenida Heriberto Kehoe Vincent, sobre uno de los perímetros del mercado Poza Rica.

Zapatea sobre la banqueta. No hay duela ni taburete para provocar el retumbe de los tacones o la suela, pero si deja escuchar el repique del son jarocho, aunque en el fondo de su música se escuche el mariachi jalisciense porque le gusta combinar la música regional de otro estado y su danza veracruzana.

El son huasteco también es parte de su identidad y lo baila, pero aprendió de todo en la escuela donde se enamoró de la danza folklórica. Tiene metas, su sueño es la escuela de Amalia Hernández o ser parte del Espectáculo “Son Jarocho”, quiere ser alguien en la vida, representar a su familia, a su Estado.



Su presentación al estilo urbano es en los tiempos libres que Ángel tiene, después de ir al “Tec de Poza Rica” y de acudir a sus clases de danza. Ha enfrentado obstáculos, pese a que tiene público y hay pozarricenses que le apoyan con unas monedas que le lanzan a su sombrero, pero le han corrido de las calles y los propios comerciantes del mercado principal de esta ciudad porque consideran que hace ruido.

“Pero bueno, cada quien suparecer. Como quiera yo le sigo, ahora me apoya la dueña de una tienda de tenis y de aquí saco para mis estudios, apenas voy en segundo semestre”.