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Sección: V?a Correo Electr?nico

La ciencia básica y su importancia

Manuel Mart?nez Morales 31/01/2013

alcalorpolitico.com

En teoría, no hay diferencia entre práctica y teoría. En la práctica, sí la hay.

Yogi Berra

En forma convencional, y un tanto arbitraria, suele dividirse a la ciencia en dos grandes apartados: ciencia básica y ciencia aplicada. Esta separación es hasta cierto punto arbitraria, pues resulta difícil delinear la frontera entre estas dos supuestas formas de la ciencia. Se supone que la ciencia básica es aquella que se ocupa del estudio de los problemas más generales -teóricos, conceptuales- de las ciencias particulares, en tanto que la ciencia aplicada estaría más orientada a la solución de problemas concretos relacionados con la aplicación de teorías específicas.

Revisando la historia de las ciencias puede constatarse que, frecuentemente, las teorías y conceptos más abstractos y en apariencia más alejados de la realidad y la práctica concretas resultan ser los que tienen un impacto de más largo alcance en las aplicaciones y en el desarrollo tecnológico. No hay nada más práctico que una buena teoría, solía decir un gran científico cuyo nombre por ahora se me escapa.

Por otra parte, sucede que muchos problemas concretos de naturaleza práctica han motivado -en el proceso de búsqueda de su solución- la creación de nuevos andamiajes teórico-conceptuales con un alto grado de abstracción. Es decir, existe una vinculación indisoluble y una interdependencia recíproca entre lo que denominamos ciencia básica y ciencia aplicada, por lo que casi siempre resulta difícil distinguir con claridad entre una y otra.

En la praxis social suele suceder que esta dificultad de origen a decisiones no siempre atinadas. Hay quien cree que la investigación científica debe valorarse por su impacto económico el cual, claramente, se desprende del dominio de la ciencia aplicada. Lo cual ha dado lugar a que el escaso presupuesto asignado en nuestro país a la investigación científica, haya privilegiado por mucho tiempo aquellos proyectos justificados por sus posibles aplicaciones inmediatas; en tanto que los proyectos clasificados como de ciencia básica hayan quedado rezagados en este aspecto.

Uno de mis maestros -quien impartía los cursos de matemáticas aplicadas y teoría del control- nos decía que la matemática es la columna vertebral de la tecnología, con lo que quería decir que sin matemáticas la tecnología avanzada no sería posible.

Basado en mi propia experiencia como investigador en el campo de la matemática aplicada comparto esta última opinión, considerando que la matemática es la más básica de todas las ciencias pues forja conceptos de tal generalidad que, prácticamente, pueden ser aplicados -como efectivamente sucede- en todas las otras ciencias.

Consideremos un ejemplo, sobre un tema tan actual y de naturaleza tan práctica como el de la contaminación ambiental. En una popular revista matemática apareció un artículo acerca de los problemas ambientales y la modelación matemática. En éste, sus autores señalan que para comprender bien los problemas ambientales y proponer políticas prácticas para su solución, es necesario recurrir a una forma de modelaje matemático que refleje el comportamiento ambiental en el corto y en el largo plazo, y que permita evaluar las consecuencias de las diversas estrategias que se propongan para solucionar aquellos. Se hace especial énfasis en la necesidad de entender el impacto que diversas tecnologías y controles tendrán en la dinámica del sistema global. (J. W. Boland, J.A. Filar, P. G. Howlett: Environmental Problems, Uncertainty, and Mathematical Modeling. Notices of the AMS, Nov. 2010. En este mismo número pueden encontrarse otros dos artículos de interés sobre el tema: Earthquaqes and Weatherquaqes: Mathematics and Climate Change; y The Mathematics of Animal Behavior: an Interdisciplinary Dialogue. Se encuentran en www.ams.org/notices/201010/index.html)

Si se revisa la literatura especializada en las diferentes ciencias podrá verificarse que, como se muestra en el ejemplo, éstas avanzan hacia un grado mayor de matematización, es decir, de abstracción, lo cual refuerza nuestra impresión de la necesidad de avanzar en ciencia básica si en verdad se aspira a que el conocimiento se traduzca en implementaciones tecnológicas.

Para que tengamos una ciencia sólida es necesario que logremos contar con un aparato educativo consolidado, lo cual en este contexto significa que a nivel universitario deben introducirse las matemáticas en todas las carreras como materia básica, a un nivel riguroso, ampliar y reforzar los cursos de ciencia básica y aquellos que se enfocan al desarrollo de la capacidad de abstracción de los educandos.

Puedo concluir, a partir de esta discusión, que si se quiere hacer avanzar la ciencia y la innovación tecnológica en nuestro país es necesario impulsar prioritariamente la ciencia básica, la matemática sobre todo, vinculando a ésta última -mediante la investigación inter y transdisciplinaria- con las otras ciencias.