La niñez, la más beneficiada con concursos académicos interescolares

Como parte del Concurso Olimpiada de Conocimiento Infantil 2013, 280 niños de toda la entidad se reunieron en la capital del estado, en lo que para muchos de ellos, representa el primer viaje fuera de sus hogares. Esto, a decir de sus profesoras, aporta gran beneficio en el aspecto del crecimiento tanto personal como educativo.

“Se desarrollan muchas habilidades, tienen la oportunidad de socializar más porque aunque tienen muchos conocimientos intelectuales, muchos de ellos no han tenido la oportunidad de participar, ni siquiera algunos conocer la capital de su estado. Para ellos es una oportunidad única, irrepetible”, señaló María Eugenia Rivera Castillo, profesora de educación primaria, del sector de Papantla.

“Hay niños que lo toman con mucha seriedad, hay otros que están muy relajados y hay otros que se estresan demasiado, pero se ve una convivencia muy bonita; sobre todo con compañeros que vienen de otras partes del Estado. Es un ambiente muy bonito”.



Beatriz Peréz Zamora, profesora de Córdoba, mencionó que los niños de la zona rural rara vez salen de sus comunidades, por lo que este tipo de actividades les permite un crecimiento en cuanto a conocer y convivir.

“Les favorece mucho, aprenden a sociabilizar más, se vuelven un poco más independientes porque normalmente están acostumbrados a estar con sus padres en su casa y ahorita que vienen solos, se vuelven un poco más autónomos y empiezan a desarrollar otras actividades”.

Cleopaty Domínguez de Jesús, profesora de Ciudad Isla, comentó que estos niños ven esta oportunidad como algo muy especial, incluso es un sueño que muchos ven realizado.



“Para la niña que traigo es un sueño estar aquí, era lo único que deseaba, llegar aquí y más alto. Nosotros los apoyamos y pueden llegar a más, depende cómo se van desarrollando. En todo momento los padres apoyan hasta en lo imposible a sus hijos. Yo también he tratado de apoyarla y ver una beca. Hay gente de escasos recursos y muchos niños que no pudieron llegar por cuestiones económicas, pero sí vamos a hacer hasta lo imposible para que continúen”.

Respecto a su labor como profesoras, dicen que su mayor satisfacción es ver a estos niños crecer en cuanto a no abandonar sus estudios y continuar hasta que cuenten con una licenciatura.

“Hay que formar a los niños con valores para que logren defenderse en un futuro con sus conocimientos; es muy importante para la sociedad. Como maestros nos toca apoyar a los niños y que se desarrollen en el ámbito educativo”, refirió Domínguez.



Por su parte, la profesora Rivera agregó que el medio social determina también los recursos económicos con los que cuenta una escuela, ya que en las zonas rurales, hay carestías, lo cual no implica un atraso escolar.

“Por sus propios méritos salen adelante; cuando es en medio urbano la situación cambia un poco porque podemos involucrar a los padres de familia quienes impulsan la escuela; aunque el recurso baje a cuenta gotas. Es cuestión de trabajar para sacar adelante las necesidades en apoyo a los alumnos”.

Explicó que muchos de ellos, quienes acompañan a estos niños, son catalogados por sus propios compañeros como “maestros de banquillo”, debido a que permanecen ajenos a cuestiones políticas; no obstante, defienden que su misión es ver que la niñez realmente tenga un aprendizaje y crecimiento educativo.



En ese sentido, Rivera afirmó que si bien los incentivos económicos los motivan a esforzarse más, lo cierto es que, con el paso del tiempo, al verlos convertidos en profesionistas, reciben la mayor satisfacción de su vocación.