La policía, el mayor peligro para los habitantes de Carlos A. Carrillo

La seguridad de los ciudadanos no se puede dejar en manos de neófitos o personas improvisadas en la materia. Y esta no se garantiza con operativos, talleres o reuniones esporádicas, sino con estrategias bien definidas por verdaderos policías de carrera,

Lo anterior lo establece la Ley Orgánica del Municipio Libre para el Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave , que establece las atribuciones de la Comisión de Policía y Prevención del delito, y atribuye el proponer al Ayuntamiento las medidas para hacer cumplir los reglamentos relativos que resguarden la paz, la tranquilidad y el orden públicos.

Así como promover la capacitación de los elementos en lo referente al conocimiento de los derechos humanos y las garantías individuales; y procurar que los elementos de la policía municipal sepan leer y escribir y, en caso de analfabetismo, promover su asistencia a los cursos de educación básica para adultos.

Si bien son atribuciones de la Comisión de Policía y Prevención del Delito, también es deber de quien la ostente, de cumplir y hacer cumplirlas en beneficio de la ciudadanía y no permitir que se menoscaben los derechos y garantías de las personas, por sujetos sin capacitación alguna.

Que toman la ley del garrote en sus manos, despojando de sus pertenencias a los detenidos con la anuencia del alcalde Arturo Anaya Loera. Y ante la ola de abusos cometidos por el Comandante Rafael Pérez Hernández y algunos elementos, en contra de algunos ciudadanos.

Solicitan al Secretario de Seguridad Pública del Estado y al mismo Gobernador le sea practicado un examen antidoping a todo el cuerpo de policía, incluyendo a los ediles y empleados de confianza, debido a la actitud agresiva del comandante y algunos elementos.

A su vez, vecinos se quejan de la nula vigilancia y el completo abandono en que se encuentra la caseta de vigilancia ubicada a la entrada de la colonia José López Portillo, a la cual vándalos le han roto los cristales, sumada a esto la patrulla en total descuido estacionada a la vuelta de la comandancia, sin que autoridad alguna intervenga.