Estimado Señor Director:
He leído con gran pena la muerte de la señora Graciana, una de las muchas representantes de la música jarocha en México y en el extranjero, sin embargo, nadie se acuerda ni le hicieron homenaje alguno al que se considera el mejor exponente del son jarocho a nivel nacional e internacional, contratado hasta por ex presidentes de la República, como lo fue el fallecido Lino Chávez, requintista y jaranero originario de Alvarado, Veracruz, pariente lejano de Vale Bejarano.
Con su Conjunto Medellín fue a tocar a diversos países, compuso varios sones y décimas, le tocó a los mejores bailadores de aquellos tiempos de música jarocha, como fueron Mario Cabrera, Carlos Cobos Panamá y a un hermano de Zita Pazzi; era visto en ferias, convenciones, etcétera y ni en su muerte se acordaron de él y por lo visto ni de la “Negra” Graciana, que en paz descanse.
No cabe duda, qué ingratos somos los mexicanos, entre ellos los veracruzanos, así es la vida y ni modo de corregir mentes.
Atentamente
Carlos A. Cobos