María Fernanda Turrent Hernández, originaria de San Andrés Tuxtla, recuperó su libertad después de permanecer 5 días en prisión preventiva en la Ciudad de México.
Un juez ordenó su liberación la noche del 27 de enero, luego de ser detenida por una denuncia presentada por su expareja, quien la acusó del delito de sustracción de menores.
El caso de Turrent Hernández comenzó el 22 de enero, cuando fue citada en el Tribunal de Justicia de la Ciudad de México, en donde un juez determinó vincularla a proceso y ordenó su prisión preventiva justificada.
Previo a su detención, Turrent denunció públicamente a su expareja, Édgar G. P., por ejercer violencia en su contra y en contra de su familia.
Organizaciones de derechos humanos, colectivos feministas e incluso diputados del Congreso de Veracruz consideraron el caso como un ejemplo de violencia vicaria, aquella en la que los hijos son utilizados para dañar a la madre.
Legisladores de distintas bancadas manifestaron su respaldo a Turrent Hernández y pidieron medidas para abordar la violencia vicaria en la legislación local.