Caminando, en taxis y en camiones urbanos fuera de servicio, llegaron miles de personas a formarse en las filas que daban tres vueltas al estacionamiento de Plaza Las Brisas, para recibir un vale de despensa de 500 pesos de la propia mano del gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares.
Los ciudadanos no llegaban al garete, eran guiados por líderes panistas locales de Veracruz, Boca del Río y de Medellín de Bravo y por empleados del Gobierno estatal. Cada militante tomaba a su gente y la formaba en una de las tres hileras que se hicieron para llegar al mandatario azul.
Así, las escoltas de Yunes Linares y sus colaboradores iban indicando a cada dirigente su turno y, tras la orden, ingresaban a un pasillo de vallas metálicas con grupos de no más de 50 personas, todos agarrados de la mano, en "fila india", como se conoce de manera común.
Bajo ese sistema se evitaban aglomeraciones alrededor del Mandatario, quien entregó los miles de sobres de una institución bancaria que contenían una tarjeta de 500 pesos cada uno.
El recurso estaba en varias cajas de cartón apiladas junto al Gobernador, quien advirtió a sus allegados que debían ir por más si es que no alcanzaban, pues seguían llegando ciudadanos a formarse.
Para evitar que los jarochos cobraran doble, sus guías les colocaban un sello en el brazo, similar al que ponen en los antros, bares y hoteles.
Era un mar de personas, en su mayoría mujeres con pequeños que estuvieron en el sol más de cuatro horas. Yunes Linares no dejó pasar la oportunidad de saludar a cada uno.
Su labor de abrazo y saludo masivo sólo se interrumpía cuando le marcaban por teléfono, en esos casos, su secretario particular era el que entregaba el apoyo y él sostenía el teléfono con una mano y con la otra daba palmaditas en los hombros.