“Los puñales que se han lanzado contra mí no me han dañado”
En el discurso de inauguración, del VII Congreso Nacional de Matemáticas, realizado en Xalapa, Veracruz, el 26 de febrero de 1962, organizado por la Sociedad Matemática Mexicana, la Secretaría de Marina y la Universidad Veracruzana, titulado “Humanismo y Ciencia” (ver “Cuestiones educativas y páginas sobre México” con Prólogo de José Gaos, Biblioteca UV, Segunda Edición Aumentada, pp. 80-96, 1980 o consultar en http://bit.ly/1iQL6Yp ) el Dr. Fernando Salmerón Roiz, Rector en ese entonces de la UV, expresó:
“
Al comenzar el año lectivo de 1961, la Universidad estableció el
Instituto de Ciencias, al que encomendó de inmediato la promoción y la coordinación de las investigaciones científicas.
El Instituto de Ciencias nació por acuerdo del Consejo Universitario en su última sesión de 1960. El mismo Consejo designó en aquella ocasión a dos de sus miembros para estudiar la organización y la estructura del nuevo Instituto y para presentar un primer programa de trabajo. A comienzos del año de 1961, la comisión presentó el proyecto de organización y el Instituto obtuvo la autorización del Consejo para iniciar sus trabajos.
Nuestro Instituto quedó concebido en primer lugar, como la base o matriz de otros organismos, docentes o de investigación.
Su primera tarea consistiría en promover el nacimiento de otras instituciones mediante estudios de planeación universitaria, preparación de programas, labores de divulgación científica, etc. Y para realizar esta tarea de promoción era indispensable una organización ágil y capaz de alcanzar una cierta diversidad en sus funciones internas.
De esta manera se llegó a una organización que reducía el número de investigadores permanentes a un mínimo y, por otra parte, quedaba en aptitud de contratar para investigaciones específicas a plazo fijo a los especialistas que fueran necesarios para un programa determinado.
En atención a esta primera tarea, el Instituto planeó la creación de la Escuela de Ciencias dentro de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias pero además de esta tarea de promoción, el Instituto quedó encargado, desde un principio, de llevar a cabo otra no menos importante: la planeación y coordinación de la investigación científica dentro de la Universidad.
Con excepción del Instituto de Antropología y del Seminario de Historia –que contaban con investigadores de carrera– los trabajos científicos de nuestros profesores se llevaban a cabo en forma enteramente aislada. La localización de nuestras facultades universitarias en diversas ciudades del Estado y, consiguientemente, la lejanía de nuestros profesores de carrera, de nuestros laboratorios y centros de investigación, hace difícil la colaboración en el trabajo intelectual si se carece de un centro coordinador.
El Instituto tomó a su cargo esta tarea y para llevarla a cabo programó como primer intento una investigación en la pudieran prestar su colaboración profesores de distintas especialidades: economía, historia, antropología, comercio, veterinaria, etc. La investigación apareció publicada en 1962 en dos volúmenes con el nombre de
Información General del Estado de Veracruz. La tarea de coordinación y de promoción de investigaciones determinó la estructura del Instituto –además de insalvables limitaciones de hecho, tanto presupuestales como de carencia de personas–,
imponiéndole características especiales que, a primera vista, no parecían responder a una estricta tradición académica. En otras condiciones, el Instituto hubiera podido concebirse como una pluralidad de centros de estudio destinados a especialidades diversas y entregados a tareas específicas. Pero la intención de lograr la unidad de lo
que con el tiempo debe llegar a ser nuestro organismo de “estudios avanzados”, estaba atenta, además, a motivos de mayor profundidad.”
Por otro lado, la Facultad de Filosofía en su página web, informa: “
El 27 de enero de 1961 se aprobó la creación del Instituto de Ciencias de la Universidad Veracruzana bajo la Dirección del Ingeniero Miguel Ángel Barberena Vega. El Instituto no contaba con edificio propio y comenzó a funcionar en la sede de la Facultad de Filosofía y Letras que por este motivo recibió el nombre de Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias. Todo estaba llevando ya a la
interdisciplinariedad o Carreras Mixtas.” Ver en
http://bit.ly/PI2pOx
¿Para qué saber el origen del Instituto de Ciencias Básicas, y por analogía el de cualquier dependencia u organización? Todo ejercicio de auto-evaluación total de una organización, requiere saber el origen y el estado actual de ésta, saber que
política (conjunto de acciones) se ha mantenido en ella, a que
estados les han llevado esas
acciones, cuáles han sido las
leyes de transición y cuáles los
criterios de funcionamiento, se deberá decidir si en el estudio de este proceso tomamos una
historia total o sólo
parcial, hacia dónde va, a dónde se quiere ir. La adaptabilidad y la flexibilidad del sistema (organización) serán consecuencia o no de esa auto-evaluación.
SABER LO QUE ES JUSTO Y NO HACERLO ES LA PEOR DE LAS COBARDÍAS (CONFUCIO)
Como individuos, los miembros de una organización, somos algo más que puro intelecto, somos seres, al menos, quinto-dimensionales (i, e, f, s, C): intelecto (i), emociones (e), físico (f), sexualidad (s), y Creencias (C), cualquier
autocrítica que no tome en cuenta al menos estas variables, resulta por sí misma incompleta. Estas variables están relacionadas, sin embargo, tarde lo aprendemos.
Nuestro intelecto, se nutre de teorías, paradigmas, se sostiene en hombros de gigantes en algunos casos, en nuestro entorno social pasado y presente; nuestras e/mocion/es nos mueven y por ello realizamos conductas, no necesariamente ajenas al sistema (organización) ahí podría estar la causa de nuestro rendimiento, de nuestras adicciones; el individuo, a través de su intelecto, muchas veces acepta el axioma
TIME = MONEY, y tarde o temprano reconocemos que en realidad la ecuación es
ENERGÍA = TIEMPO y por consiguiente
ENERGÍA=DINERO, el problema es entonces ¿de dónde vamos a sacar la energía, en los diferentes estadios (etapas) de nuestra vida?; hay quienes transformamos tazas de café en energía, otros usan otros medios, de la misma manera que para calmar sus ansiedades usan algo más que café, y obviamente podríamos ver como nuestro físico paga o no las consecuencias de nuestras acciones; otro problema del individuo es saber si mantiene o no una sexualidad adecuada. Las creencias fijas paralizan; los paradigmas son creencias, moldes que inciden sobre nuestras expectativas sobre las personas, sobre los productos, etc., los paradigmas nos limitan cuando actúan como marcos de referencia, la flexibilidad en las creencias o paradigmas nos permiten adaptarnos al entorno inmediato.
El líder actual debe ser flexible y adaptable, debe tener la capacidad de romper los paradigmas que perjudican al sistema (organización), debe ser capaz de empoderar (dar o delegar el poder o autoridad) a los demás miembros de la organización.
OPOSICIÓN AL NUEVO PARADIGMA POR LOS FANÁTICOS DEL VIEJO PARADIGMA
Uno de los paradigmas imperantes en Ciencias Básicas es que “hay un lobo feroz que se va a comer a los más de tres cochinitos”; otro paradigma es “El Instituto es mío, mío, mío; yo pongo, yo quito, yo doy”. Ambos paradigmas tienen un origen no precortesiano.
En una sociedad del conocimiento, todas las personas son importantes, los recursos humanos calificados y que actúan con calidad son importantes, por eso se habla de “capital humano”. El
orden implicado, las
variables ocultas de la organización deben ser transparentadas, analizadas en primer término, posteriormente deben ser consensuadas en un diálogo, no en un debate, y debe prevalecer la finalidad con que fue creada la organización.
Cada miembro del sistema debe ser
reeducado en los términos de los
nuevos paradigmas, debe abandonarse el paradigma de la
jerarquía vertical y transitar hacia un
paradigma horizontal y relacional. Debe crearse el paradigma que permita ver a la sociedad como el beneficiario de los resultados de la colectividad, llamada Instituto de Ciencias Básicas, por encima de los beneficios personales, ya no se puede practicar lo hasta ahora practicado y que periódicamente nos lleva a la división insoslayable.
REQUISITOS PARA SER DIRECTOR DE FACULTAD O INSTITUTO EN LA UV
ARTÍCULO 68 (LEY ORGÁNICA).- Para ser Director de Facultad o Instituto, se requiere:
I. Ser mexicano por nacimiento;
II. Ser
mayor de treinta y menor de sesenta y cinco años de edad al momento de su designación;
III.
Haberse distinguido por la labor docente,
de investigación y de difusión de la cultura y extensión de los servicios;
IV. Poseer título de licenciatura de la carrera que se ofrezca y tener preferentemente estudios de posgrado tratándose de Facultades;
En el caso de los Institutos, tener estudios de posgrado en el área de la especialidad; y
V. Ser maestro o investigador con más de tres años de antigüedad, dentro de la dependencia respectiva, salvo que sean de nueva creación.
LAS SOMBRAS DE LA JUNTA ACADÉMICA DEL ICB
DEL 04 DE ABRIL DE 2014: ELECCIÓN DE LA TERNA PARA DIRECTOR
Los requisitos (I) y (II) fueron cumplidos por los miembros de la terna. Desde mi punto de vista, para el caso de los institutos el orden en el inciso (III) debe ser: Haberse distinguido por la labor de investigador, de docencia y de difusión de la cultura y extensión de los servicios. Esto lo concluyo a partir del Artículo 8 de la Ley Orgánica, cito:
ARTÍCULO 8.- Para efectos de esta ley, son:
FACULTADES: Aquellas que preponderantemente realizan funciones de docencia a nivel de licenciatura en cualquiera de las modalidades previstas en la reglamentación universitaria, pudiendo tener a su cargo estudios de posgrado, de técnicos medios y actividades de investigación y difusión de la cultura y extensión de los servicios.
INSTITUTOS: Aquellos que preponderantemente realizan funciones de investigación, pudiendo tener a su cargo actividades de docencia en cualquiera de los niveles y modalidades previstas en la reglamentación universitaria, de difusión de la cultura y extensión de los servicios.
Saber si los miembros de la terna cumplen con este inciso es cosa de los académicos que los entrevistarán, no mía, y en el último caso de la Rectora.
Respecto al inciso (IV) la terna si presenta, desde mi punto de vista, una anomalía que es necesario señalar; dos de los candidatos cumplen ese requisito puesto que La Dra. Rosario Hernández Medel concluyó sus estudios de Maestría y Doctorado en el Departamento de Química del CINVESTAV del IPN, El Dr. Iñigo Verdalet Guzmán obtuvo la Maestría en la Universidad Estatal de Campinas, Brasil (en 1979) y el Doctorado en la Universidad de Caén, Francia (en 1989); sin embargo, el tercer miembro de la terna, si bien tiene formación de Ingeniero Químico, su Maestría es en Administración Educativa, y su Doctorado en Ciencias Administrativas, obtenido en el
IPN en el 2011, por lo que estrictamente hablando, no cumple con “tener estudios de posgrado en el área de la especialidad”, dado que en Ciencias Básicas las especialidades son hasta ahora: Ciencias Alimentarias, Matemáticas (en extinción), y Química.
DUDAS QUE AÚN EXISTEN
¿Han sido los individuos del ICB los que han salido beneficiados o el Instituto, a lo largo de los 53 años de vida de esta dependencia?
¿Realmente no estuvieron presentes los que en apariencia estuvieron ausentes?
¿Cuántos votos proporcionó el actual Director del Área Técnica y a quién se los proporcionó?
¿Cómo votaron los ex-directores no presentes?
¿Hasta cuándo los “dueños” del ICB dejarán de serlo, i.e. cuándo caerá ese paradigma que data de la misma época en que surgieron los otros?
Quedarán muchas dudas, sin embargo, este escrito (o ensayo o como quieran llamarle) sobre la situación del ICB (la tercera parte de “LA UV, EL ICB Y EL PRIMER DÍA DEL RESTO DE NUESTRA VIDA LEGAL) por hoy tiene que concluir, falta mucho por decir, no obstante no soy el único miembro de Ciencias Básicas que quiere que las cosas mejoren, los demás deberían manifestarse al respecto.
Lux et Umbra no concluye, buscará ganarse el nombre de columna, para ello se abre a la problemática de la Universidad Veracruzana y buscará tener un papel digno en el escenario de la transparencia (y no en la opacidad); comienza construyendo un correo, quizás un twitter o una página en Facebook para que quiénes tengan algo que decir sobre la UV, puedan decirlo. A mis lectores gracias por la molestia de su tiempo, a mis detractores que de frente me externaron sus no coincidencias con mi forma de ver o decir o pensar, gracias, me ayudan con sus comentarios a mejorar; a los que se ocultaron en las sombras mi epígrafe.
FIN DE LA TERCERA PARTE.