Los policías insurrectos, manipulados por el narco

Las negociaciones que entablaron funcionarios del Gobierno del Estado a lo largo de este viernes con los dirigentes de los policías que desde muy temprano se plantaron en la Plaza Lerdo y posteriormente cerraron la avenida Enríquez, no tuvo avances debido a que los uniformados adoptaron una actitud irreductible, con demandas que no pueden ser atendidas en lo inmediato, pero fuentes dignas de crédito revelaron que esta movilización está manipulada por intereses que están más allá de las justas necesidades de la tropa.

De acuerdo a informes que se lograron obtener en fuentes del Gobierno del Estado, los dirigentes del movimiento están relacionadas con la red de narcomenudistas de la ciudad y así, la original inquietud de los policías, está siendo aprovechada para intentar generar inestabilidad dentro del propio aparato gubernamental, con demandas que no han tenido respuesta y que posiblemente no la tengan en el corto tiempo, debido a las ligas que se han detectado con los principales líderes del movimiento.

Esa es la explicación que se obtuvo cuando se indagó en torno a la entrada de los elementos de la Policía Federal Preventiva para disolver una manifestación que fue subiendo de tono a lo largo del día, pues inicialmente se plantaron poco más de cien policías en la Plaza Lerdo para denunciar que hacía más de un año que no les atienden sus demandas; posteriormente, mientras los dirigentes dialogaban con el licenciado Luis Arturo Ugalde Álvarez, secretario particular del Gobernador, los policías caminaron rodeando el palacio de gobierno para hacer presión.

Debido a que el funcionario no les dio la respuesta que esperaban, cerraron la avenida Enríquez alrededor de las 13:30 horas en demanda de una solución inmediata y entonces, pese a que sus superiores jerárquicos les ordenaron desalojar la calle que ellos mismos mantienen abierta y pese portar el uniforme reglamentario, no les obedecieron declarándose en estado de rebelión.

Alrededor de las 15:15 horas se produjo la intervención de la Policía Federal Preventiva, cuyo comando llegó con gran despliegue de fuerza, al intentar abrirse paso con unidades de gran tamaño y a que los elementos portaban sus armas largas de cargo, pero los uniformados estatales no se amedrentaron sino que les bloquearon el paso y se les enfrentaron.

La situación se tornó tensa y hubo golpes, por lo que la PFP reconsideró su decisión inicial de proceder a la detención de algunos de los dirigentes que son sospechosos de tener nexos con los narcomenudistas de la ciudad. Discutieron y llegaron a los golpes pero hasta las 18:00 horas en que los uniformados estatales continuaban dialogando con funcionarios que encabezó el subsecretario de gobierno, Carlos Rodríguez Velasco, pero les advirtieron que si continuaban con su actitud intransigente, entonces se procedería con la fuerza de la Federación para las investigaciones que correspondan.

Por otra parte, se aclaró que en total, son 108 policías los que se movilizaron para hacer denuncias, pero que de ninguna manera representan a la totalidad de la corporación estatal que, tan solo en Xalapa mantiene a casi 800 elementos en forma permanente.