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MT Aguilera Garramuño brinda su apoyo “restringido” a Raúl Arias para rector de la UV

- Le reconoce el apoyo que brinda a la labor Editorial y porque el lenguaje de su rostro es confiable - Lo “restringe” porque constata deficiencias del nuevo modelo educativo (que se acomoda más a los intereses de los maestros que de los alumnos y les impone horarios absurdos). Nota carencias de equipo, instalaciones, baños descuidados - Se ha percatado del crecimiento a veces canceroso de algunas dependencias y de la existencia de personal que no justifica su sueldo

Xalapa, Ver. 26/06/2009

alcalorpolitico.com

Estimados amigos de la prensa:

Agradecería que publicaran esta carta en el lugar que les parezca más conveniente:

Marco Tulio Aguilera apoya a Raul Arias Lovillo

Como integrante de la comunidad de la Universidad Veracruzana desde hace casi 30 años me siento en la obligación de pronunciarme públicamente sobre el proceso que se está llevando a cabo en el seno de esta institución para renovar o reelegir al rector. Siendo como soy una persona desligada del todo de la actividad política y dedicado por entero al trabajo académico en la Editorial y en la Unidad de Artes, como catedrático de esta dependencia, solo tengo dos fuentes de información en las cuales basar mi criterio: lo que he vivido dentro de la Universidad y lo que leo en la prensa. Prefiero confiar en lo que he vivido, es decir, en lo que me consta: mi experiencia; lo que leo en la prensa es información de segunda mano. Basándome en el primer criterio manifiesto mi apoyo "restringido" al rector Raúl Arias Lovillo.

Razonaré el primer aspecto.

1. Apoyo a Raúl en primera instancia porque lo conozco personalmente desde hace muchos años y puedo dar fe de la cercanía que tiene no sólo conmigo sino con cuantos lo han tenido como compañero, jefe o maestro: es una persona afable, interesada en los demás, lejano a las actitudes distantes y superiores, propias de quienes han ejercido por muchos años las costumbres y los vicios del poder. Coincido con el filósofo Lévinas: "El rostro habla". El rostro de Raúl Arias es sano, confiable. Esa es mi impresión. Podré estar equivocado, pero asumo con confianza que si se puede mirar a una persona a los ojos sin sentir inquietud alguna, hay que apostar todas las fichas.

2. Lo apoyo porque he sido testigo del impulso que ha dado a la Editorial, a la Feria del Libro y a las actividades artísticas, campos que me interesan y de los que tengo algún conocimiento.

3. Lo apoyo porque ha sabido mantener por muchos años a nuestra institución en armonía y porque él mismo ha afrontado los problemas, sin limitarse a delegar responsabilidades, llegando incluso a hacer frente a situaciones difíciles.

4. Lo apoyo porque he podido conocer personalmente la proyección internacional que le ha dado a la Universidad Veracruzana en los viajes y estancias académicas que he disfrutado (en general promovido por instituciones exteriores a la Veracruzana).

Paso a razonar el aspecto "restringido" de mi apoyo: no comparto la idílica concepción de que nuestra institución sea de excelencia.

Como maestro de la Unidad de Artes he podido constatar las deficiencias que conlleva el nuevo modelo educativo (que se acomoda más a los intereses de los maestros que de los alumnos y les impone horarios absurdos). He notado las carencias de equipo, de instalaciones, los baños descuidados. Me he percatado del crecimiento a veces canceroso de algunas dependencias y de la existencia de personal que no justifica su sueldo. Me he dado cuenta de que la formación de los estudiantes (particularmente en las disciplinas que manejo en mis cátedras) es deficiente y las metodologías que se manejan son anticuadas e insuficientes, repetitivas e inoperantes.

Soy consciente de que no todo depende del rector y que hay intereses no académicos que perjudican a la institución. El apoyo que ha dado la institución a la Sinfónica, al equipo de los Halcones y al deporte en general me parece básico, pues estas dependencias y actividades son parte de la identidad de la Universidad Veracruzana, sin la cual una universidad carece de espíritu: la universidad tiene algo de lo que se puede enorgullecer, allende la proyección que le dan sus egresados.

De los integrantes de la Junta de Gobierno conozco a dos personas. Una de ellas recibió recientemente un doctorado honoris causa, lo que sin duda pesará en su criterio. La otra persona participa en el Taller de Novela que estoy coordinando y me consta que es una persona honesta y con una formación sólida y un criterio fundamentado inconmovible. A los demás los conozco apenas como fichas bibliográficas, sin haber leído sus trabajos.

Con respecto a los ataques que ha recibido el actual rector no me puedo pronunciar, pues a mí no me consta, y como decía antes no creo conveniente fiarme de lo que leo en los medios informativos.

No apoyo a Félix Baez-Jorge porque he leído sus libros y lo prefiero como autor: las responsabilidades de la rectoría lo alejarían de lo mejor que nos puede dar este académico al que me he atrevido a llamar "nuestro Levi-Straus".

Respeto a los otros candidatos pero mi conocimiento de ellos es limitado.
Estos años de esplendor "cum grano salis" que nos ha dado la rectoría de Raúl Arias Lovillo quisiera que se prolongaran.

Me parece fundamental que maestros y alumnos se pronuncien en apoyo de quien consideren el candidato más apto y que la Junta de Gobierno tome en cuenta estos pronunciamientos: un curriculum es letra muerta si tras él no hay una actitud vital y una comunidad que dé fe de un trabajo constante, a conciencia y a futuro. Un pensador de apellido Levinas escribió: "No hay que juzgar a los hombres por un sólo momento de su vida sino por la suma de todos sus instantes" (cito de memoria; disculpen los eruditos). Pienso que es más importante y valioso lo que nos ha dado Raúl Arias Lovillo que lo que no nos ha dado. También: pienso es mucho más lo que nos puede dar. Me siento orgulloso de trabajar en la Universidad Veracruzana y parte de mi orgullo es haber encontrado una institución que ha respetado y apoyado mi labor como escritor. ¿Qué más podría pedir un escritor como yo, que no soy obsecuente, maleable ni domesticable?

Marco Tulio Aguilera Garramuño
Académico de la Dirección Editorial de la Universidad Veracruzana

Por la prisa se me escapó un error en la carta que envié.

Favor adjuntar esta aclaración o corregir el texto:

Casi al final de la carta escribí "cum gran salis", en lugar de "cum grano salis".

La locución latina cum grano salis traducida literalmente significa "con un grano de sal" y figuradamente parece significar que uno debe aplicar una capa de sano escepticismo a una determinada afirmación y no darla por certeza absoluta sin haberla contrastado antes debidamente.

Les agradezco el carácter destacado que le dieron a mi carta y quedo a las órdenes.

Si lo desean al final de mi carta pueden poner la direccón de mi blog
www.mistercolombias.blogspot.com